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de la Sede Apostólica, había hecho diligencias
varias veces, para que, restablecidos estos
derechos, se arreglase amistosamente la
dolorosísima discordia por la cual Italia había
sido arrancada del paternal abrazo>>.
Pasando ahora a las impresiones, que el joven
levita recibió en aquel único encuentro con el
Siervo de Dios, debemos reconocer que debieron ser
muy profundas, al ver cómo, después de tanto
tiempo, las recuerda con tanta fuerza y cariño.
<>.
Más que pasajero conocimiento, llama él antigua
amistad a su relación con don Bosco, amistad que
<> 2. Se
complace, pues, el Padre Santo no sólo por ser uno
de los admiradores de don Bosco, sino por haber
sido <((**It16.326**))
glorioso veterano del sacerdocio y del apostolado
católico y un joven sacerdote>> 3.
No basta. En 1929, después de recordar la
<> de haber pasado con don Bosco no unas
horas, sino la de haber sido huésped dos días en
su casa <>, había dicho que gozaba al sentirse por
ello, en cierto modo, parte de su gran familia 4.
Y, diecisiete días después, repetía 5: <(**Es16.275**))
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