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Conciliación amistosa
Para secundar las buenas intenciones del Rvmo.
P. Bernardino, Ministro General de la Orden
Franciscana, y las del ((**It16.297**))
Caballero, Tip. Pontif. Jacinto Pedro Marietti, he
aceptado con gusto el actuar de árbitro en un
contrato celebrado entre ellos sobre la edición de
las obras de san Buenaventura.
Para hacerme una idea clara del litigio, he
creído conveniente leer lo que se imprimió y
escribió sobre el particular; he oído también las
razones de personas de probada virtud, amén de las
reflexiones de ambas partes.
Así pues, me he convencido de que esta
controversia debe resolverse amistosamente fuera
de los tribunales. En consecuencia: el señor
Marietti, como insigne bienhechor de la Orden
Franciscana y como donante del terreno, donde se
está terminando la construcción de la iglesia de
San Antonio para la mencionada Orden, desiste de
la indemnización pedida, que los peritos tasaron
en ochenta mil liras, pero reduce su pretensión al
ofrecimiento, que el Rvmo. Padre General juzgue
hacer por la iglesia de su Orden, a la que el
caballero Marietti desea seguir favoreciendo cada
vez más.
En cuanto a los gastos de suministros, viajes,
trabajos de copistas, correos, intereses, que, en
total se elevan a la cantidad de nueve mil
veintidós liras con quince céntimos, a favor del
caballero Marietti, quedaría limitada a siete mil
liras.
Conclusión
De este modo la cuestión, que ante los
tribunales civiles se elevaba a la cifra de
ochenta y nueve mil veintidós liras y quince
céntimos, quedaría reducida a la cantidad
definitiva de siete mil liras que el Rvmo. P.
Bernardino pagaría al caballero Marietti; más el
ofrecimiento que, a su beneplácito, juzgue hacer
para acabar la mencionada iglesia de San Antonio.
Después de esto, ambas partes harán una
declaración, por la que se prometan amistad,
benevolencia y ayuda en todo lo que les sea
posible para promover la gloria de Dios y el bien
de las almas.
Esta paz y esta amistosa transacción será
también del agrado del mismo Santo Padre. El, como
padre piadoso que es, experimenta la satisfacción
de ver a dos de sus hijos, calificados por
títulos, obras católicas y obsequio a la Santa
Sede, volver a la concordia y paz, que cada día
recomienda constantemente el Supremo Jerarca de la
Iglesia.
Turín, 13 de julio de 1883.
JUAN BOSCO, Pbro.
No debió de ser casual la fecha del catorce,
elegida para remitir a las partes la sentencia
arbitral, puesto que coincide precisamente con la
fiesta de san Buenaventura.
Marietti aceptó a ojos cerrados esta propuesta
de ((**It16.298**))
transacción 1; también el General de los
Franciscanos quedó satisfecho. Es
1 Véase Apéndice, doc. núm. 77. No hemos
encontrado la correspondiente declaración de la
otra parte, ni siquiera en el archivo de la Curia
Generalicia en el Convento de San Antonio en la
calle Merulana de Roma. Un legajo, que allí se
conserva, documenta el de la causa hasta el
momento en que, en nombre del cardenal Bilio,
protector de la Orden, y por orden del Papa, se
piden informes sobre la naturaleza del pleito.
(**Es16.252**))
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