Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


((**Es16.208**) -No está tan grave como piensan. Así que marchó, la niña fue declarada fuera de peligro, y es hoy la condesa Carlota Du Reau de la GaignonniŠre, que heredó de su familia una gran devoción al Siervo de Dios 1. El treinta de abril, cumpliendo su promesa, celebró en la ((**It16.243**)) Madeleine por las señoras que habían hecho la colecta y por todos los bienhechores de sus obras. Queriendo tener una delicada atención con la condición de las personas que debían asistir, fijó la misa para las nueve y media y, después, dio la bendición con la indulgencia plenaria. Quiso decir unas palabras desde el altar sobre la caridad; pero sólo los más próximos tuvieron la suerte de oírlas. Ni que decir tiene que hubo la misma concurrencia que de costumbre; es de notar, en cambio, que sucedió un hecho poco antes de que el Siervo de Dios llegase a la iglesia 2. Aquella mañana fue a buscar a don Bosco a la avenida Mesina el abate De Bonnefoy, vicario de San Roque, y más tarde Obispo de La Rochelle, que predicaba un triduo en la Madeleine y se había comprometido a llevar al Santo a casa de una enferma. Se trataba de una tuberculosa en su última fase; poco antes había recibido los últimos Sacramentos, y parecía que estaba ya muy próximo su fin. El piadoso sacerdote había insinuado a la madre y a la hija enferma la esperanza de que la bendición de don Bosco pudiese devolverle la salud. El Siervo de Dios se acercó al lecho de la joven y le preguntó: ->>Tiene usted fe? -Sí, padre, contestó la madre por la moribunda; nosotras tenemos mucha fe. -Si tiene fe, curará, porque la fe puede trasladar las montañas. Rezará, pues, cada día un padrenuestro, avemaría y gloria en honor del Corazón misericordioso de Jesús y una salve, a fin de que María Auxiliadora la tome bajo su protección. Hará esto hasta la fiesta de la Asunción. -Padre, replicó con viveza la señora algo desilusionada en su 1 La Condesa conserva todavía la medalla, en la que está grabada la fecha 29 de abril de 1883. De donde se deduce que se habían acuñado medallas expresamente para el día de aquella conferencia. En una relación del 18 de marzo de 1902, describe así la señora Du Plessis madre, nuera de la anterior, la entrada de don Bosco en el palacio: <>. 2 De este hecho tenemos dos relaciones manuscritas: una del padre salesiano FŠvre, que se lo oyó contar al Obispo de La Rochelle y la envió por carta a don Juan Bautista Lemoyne el día 1.° de diciembre de 1898, y la otra de la baronesa Cholet, madre de la agraciada, en una carta del 29 de noviembre de 1930. (**Es16.208**))
<Anterior: 16. 207><Siguiente: 16. 209>

Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


 

 

Copyright © 2005 dbosco.net                Web Master: Rafael Sánchez, Sitio Alojado en altaenweb.com