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((**Es16.154**) <>. Después de la acción de gracias aquellos señores fueron desfilando ante él, felices al recibir una bendición, una mirada, una palabra. Por último, proporcionó el consuelo de su visita a la comunidad, ya que el cardenal Guibert le había concedido la facultad de penetrar en la clausura. Pero tuvo que entrar por una puerta secreta, pues, de lo contrario, no habría bastado una hora para atravesar la capilla. Hizo a las religiosas reunidas una exhortación sobre la fidelidad a la Regla; después, le fue presentada la antigua superiora, madre María Kotzka Le Pan De Ligny, que ya pasaba de los setenta años y estaba aquejada de graves dolencias. Las Hermanas, que la querían mucho, pidieron a don Bosco que prolongase su vida. Ante una petición tan ingenua sonrió y, recogiéndose un instante en sí mismo, contestó: -Madre, ciertamente no es su deseo permanecer todavía mucho tiempo en esta tierra; sin embargo, tendrá que vivir todavía algún tiempo aquí abajo y partirá cuando sus hijas le den licencia para irse. -íOh!, dijeron las religiosas; nuestra madre nos verá a todas nosotras partir hacia la eternidad; porque nunca le daremos permiso para morir. Y, sin embargo, nueve años después tuvieron que dárselo. Los sufrimientos de la Madre aumentaron tanto, que su vida no era más que sufrir; por lo cual, no resistiendo ya el corazón de las hijas a la vista de tan prolongado martirio, pidieron al Señor ((**It16.177**)) que tuviese a bien llevársela, y el Señor escuchó su oración 2. Pasó después a visitar a las alumnas del colegio anejo al monasterio. Al ver a aquellas buenas jóvenes, el Siervo de Dios, dice la religiosa de la Visitación que nos ha transmitido estas noticias, se puso en seguida muy alegre. Las exhortó al cumplimiento de los deberes cristianos, comenzando su discursito con este preámbulo: -Recordad, hijitas mías, que hay un solo Dios, que hay un solo paraíso en el cielo, que hay una sola vida en esta tierra y que hay una sola alma. El secretario apresuró la salida, porque un gran número de sanos y enfermos alborotaban afuera y parecía que querían derribar las puertas. 1 Le Monde, 17 de mayo de 1883. 2 El hecho es referido también en un opúsculo anónimo titulado: Abrégé de la Vie et des Vertus de la Vénérable MŠre Marie Kotzka le Pan De Ligny, Supérieure du second MonastŠre de la Visitation … Pais. Editado por el Convento. (**Es16.154**))
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