((**Es16.133**)
Don Bosco insistió, pero le fue imposible
convencerla. Después entraron personas de la casa,
que la indujeron a callar.
Hombres de Dios acudían a don Bosco para pedir
consejo, convencidos de que poseía luces
sobrenaturales. Uno fue el abate Dehon. Este
piadosísimo sacerdote, de la diócesis de Soisson,
sentíase inspirado desde 1877 a fundar una
Congregación sacerdotal con la finalidad de
desagraviar al Sagrado Corazón de Jesús con un
triple apostolado, a saber, entre el clero seglar,
en medio del pueblo y en las Misiones. Tenía ya
maduro su plan, cuando supo que don Bosco estaba
en París. Para conocer mejor la voluntad de Dios,
fue a verle, le expuso sus proyectos y rogó le
dijera su parecer. Contestóle don Bosco con un
tono seguro y tranquilizador:
-Su obra es, sin duda, obra de Dios.
Más tarde confirmó el Santo su juicio hablando
de él con el secretario, el cual tuvo después
ocasión de referírselo al abate, y le dio doble
alegría. Es el fundador de la floreciente
Congregación de los sacerdotes del Sagrado Corazón
de Jesús (Reparadores) 1.
Por análogo motivo acudió a él don Efrén, prior
de la Trapa de Tamié, en Saboya. Convencido de la
proposición de monseñor de Laplace, vicario
apostólico de Pekín, tenía pensado fundar un
monasterio de Cistercienses en China, que
titularía de Nuestra Señora de la Consolación.
Pero, antes de poner definitivamente manos a la
obra, quiso consultar a nuestro Santo.
Don Bosco oyó el proyecto, bendijo la empresa y
alabó también la idea de dar a aquella lejanísima
Trapa el título de Nuestra Señora de la
Consolación. Aquel mismo año se embarcó don Efrén
para China y, cerca del ferrocarril que va de
Pekín hacia el Nordeste, construyó su convento en
plena montaña. ((**It16.151**)) La
fundación atravesó duras pruebas, sobre todo
durante la sublevación de los Boxers en 1900;
pero, tanto prosperó que pudo levantar otra Trapa
con el título de Nuestra Señora de la Liesse 2, al
lado del ferrocarril que une Pekín con Han-Keu.
Las dos trapas cuentan hoy (1935) con dieciocho
sacerdotes europeos, doce sacerdotes indígenas y
ochenta y ocho conversos o legos, también chinos.
Es más, en el 1897, salió de Nuestra Señora de la
Consolación el monje don Bernardo para fundar en
Japón la Trapa de Nuestra Señora del Faro 3.
1 L. DEHON, Souvenirs. Roma, Desclée, 1912,
pág. 7.
2 Liesse o Nuestra Señora de la Liesse, es un
lugar de peregrinaciones desde el siglo XII, cerca
de Laon, en el departamento del Aisne. (N. del
T.).
3 La Croix, 25 de octubre de 1934.
(**Es16.133**))
<Anterior: 16. 132><Siguiente: 16. 134>