((**Es15.99**)han
disminuido las limosnas de modo alarmante,
singularmente en nuestras casas de Francia y en
nuestras misiones de América. Pero nuestra
caritativa limosnera (quêteuse), María
Auxiliadora, empieza a acudir en nuestra ayuda con
gracias extraordinarias, en Rusia, en Prusia y, de
un modo especial, en Polonia. Don Miguel Rúa envía
noticias del hospicio de Roma. Roma es una ciudad
eterna. Hay que hablar mucho, moverse mucho y
luego contentarse con hacer las cosas lentamente.
Paciencia>>.
En el mes de marzo 1 de 1886 hizo el Siervo de
Dios su viaje a España, pasando por Niza y
Marsella. El 26 anunció una visita a los Condes:
<((**It15.103**)) misa
en su casa; en caso contrario, estaré a sus
órdenes>>. En el momento de despedirse, le
entregaron ochenta mil francos.
A partir de este punto la correspondencia se
calla hasta el 25 de julio, cuando él, enfermucho,
era huésped del Obispo de Pinerolo, monseñor
Chiesa, en su casa de campo. Después, salta del
mes de julio al 9 de septiembre.
<>.
Y dice el 23:
<>.
Se refiere a la de Foglizzo, abierta entonces.
Aquí, como en otras ocasiones, procura tener a sus
grandes bienhechores al corriente de lo que se
hace, considerándoles interesados en el desarrollo
de sus obras.
La correspondencia ya no aparece de nuevo hasta
el 14 de diciembre. Don Luis Lasagna, que había
ido con un grupo de misioneros a saludar a la
familia Colle, no salió de allí con las manos
vacías. El Beato escribe a los piadosos consortes:
<(**Es15.99**))
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