((**Es15.92**)
la luz su gran caridad, valiéndonos del
epistolario que, aunque no lo diga todo, nos
ofrece mucho para satisfacer nuestra piadosa
curiosidad.
La primera petición de ayuda se remonta al 3 de
junio de 1881. Escribe a la señora Colle:
<>.
El caso de necesidad se refería al Sagrado
Corazón; pero estos casos fueron multiplicándose y
haciéndose cada vez más considerables. La
indeterminada petición obtuvo una respuesta muy
alentadora. En efecto, el 20 de agosto escribía al
señor Colle:
<>.
La carta, con la que el señor Colle anunciaba
el envío del dinero, agradó tanto a don Bosco, por
su elegancia y cortesía, que le respondía:
<>.
No debe parecer extraño que mandara al Papa una
carta particular. La empresa del Sagrado Corazón
le había sido encomendada por el Papa, que se
interesaba personalmente de ello; además, tenía
don Bosco en esto una intención particular de la
que hablaremos más adelante.
El 7 de julio le daba las gracias por otra
cantidad de dinero que le enviaba, juntamente con
la felicitación de su fiesta onomástica:
<((**It15.95**)) ocasión
le doy las más sentidas gracias por la ayuda que
nos ha prestado para que podamos fundar, reparar y
agrandar nuestras casas. Las almas salvadas, con
el auxilio de Dios, por los Salesianos, lo serán,
por medio de ustedes y, cuando usted y su señora
esposa entren en el paraíso, serán ciertamente por
esas almas salvadas mediante su caridad. Animam
salvasti, animam tuam praedestinasti.
Más adelante, el 4 de diciembre de 1883,
repetirá el mismo concepto; pero con una intención
especial, por las misiones:
<(**Es15.92**))
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