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estudien Retórica; cuidaré cuanto se pueda su
vocación eclesiástica. Concluido el curso, le daré
cuenta de cada uno y haremos lo que V. E. juzgue
mejor en el Señor. Uno de ellos ha escrito una
carta a un compañero que le pedía le hicieran un
hueco entre nosotros; pero le he obligado a
escribir que cualquier petición debe pasar por
manos del Ordinario. Si V. E. juzga que haya de
obrarse de otra forma, me ceñiré a ella con mucho
gusto. Pero deseo que ésta y todas nuestras casas
estén a su plena disposición en todo cuanto puedan
servirle, mas no ciertamente para ocasionarle
disgustos.
Le suplico rece por nosotros, y créame siempre,
con profunda veneración y gratitud, como tengo el
honor de profesarme
De V. E. Rvma.
Turín, 27 octubre 1878.
Seguro y afmo. amigo
JUAN BOSCO, Pbro.
J
Queridísimo y Rvmo. Monseñor:
Me alegro de su buen viaje a Roma y le
agradezco la solicitud que desplegó por nuestra
Congregación. El Card. Ferrieri ha hecho bien en
hablar con V. E. de nuestras cosas; así se entera
de algo positivo.
Respecto a la cuestión del Conde Cays, la cosa
sucedió así. Faltaba un poco para concluir el año
del Noviciado. Los autores de ((**It15.861**))
Derecho Canónico Bouie, Suárez Y Ferraris, dicen
positivamente que el Superior de una Congregación
de votos simples puede dispensar. Yo, para
asegurarme, rogué a un Cardenal que preguntara al
Santo Padre, el cual respondió que se procediera a
la Profesión de quien hablamos. Se enteró el
Arzobispo, escribió a Roma, de donde se prescribió
una legitimación. Cedí ciegamente y, en octubre
pasado, he solicitado la prescrita legitimación.
No sé cómo no ha llegado aún a manos del Cardenal
Prefecto.
En cuanto a las denuncias que este Ordinario
hace sobre el no pedir las cartas testimoniales,
el Cardenal sabe que teníamos dispensa de Pío IX,
aunque no nos habíamos servido de ella. Por lo que
yo siempre he pedido que se me demuestre la
admisión de un solo sacerdote o clérigo, sin que
se hayan requerido antes tales documentos. No hubo
nunca respuesta y se continuó enviando denuncias o
lamentaciones.
Se quiso, por parte del Arzobispo, aludir
nominalmente a alguno, pero advertí enseguida el
error, pues no se refería a la aceptación en la
Congregación, sino a la admisión de seminaristas o
sacerdotes recomendados para permanecer
momentáneamente en esta casa, como fue el caso de
varios clérigos y sacerdotes de la Diócesis de
Vigevano.
Si, por tanto, juzga V. E. con su prudencia,
podría escribir: -Encargo cumplido. Legitimación
solicitada expedida en octubre; ruego citar un
solo admitido sin testimoniales.
Se me nublan los ojos, no puedo escribir más.
Dispense. Otra vez me serviré del Secretario.
Bendiga y créame
Turín, 1.° diciembre 1878.
Afectísimo amígo,
JUAN BOSCO, Pbro.
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