((**Es15.719**)
J
Benemérita Señora Condesa:
El día antes de recibir su carta, tuve un sueño
que me produjo mucha satisfacción. Soñé que había
celebrado la misa en su capilla y que usted me
había interrumpido la acción de gracias,
llevándome personalmente y con toda desenvoltura
una taza de café. -Alabado sea Dios, exclamé yo;
está bien curada de su mal.
Pero su carta, que recibí, a la mañana
siguiente, me convenció de que era un simple
sueño. Por lo demás, me alegro de que vaya usted
mejor y confío plenamente que este otoño, cuando
yo vaya a Florencia si Dios quiere, se encuentre
perfectamente en situación de poderme llevar el
café: ya veremos.
Entretanto, no dejaremos de proseguir nuestras
oraciones para obtener su curación y para que se
conserven bien su marido, hijos, yernos y nietos.
Confío en que ningún mal les acose, tal y como lo
pedimos en nuestras oraciones.
Las dificultades actuales nos han obligado a
frenar las obras de María Auxiliadora; no por que
esta Madre cese de bendecir a los bienhechores de
esta piadosa obra, sino que las desgracias hacen
que los donativos, aunque multiplicados, sean de
poca envergadura.
A pesar de todo, me siento lleno de confianza
en dos cosas: que este año quedarán terminados los
trabajos más importantes y que, la primavera
próxima, cuando la inauguremos, usted ya podrá
acercarse aquí para hacer una visita.
Dios nos bendiga a todos y nos ayude a caminar
por el sendero del cielo. Amén. Con gratitud, me
profeso de V. S.
Turín, 23 de septiembre de 1867.
Seguro servidor,
JUAN BOSCO, Pbro.
P. D. El Caballero Oreglia está aquí conmigo
haciendo ejercicios espirituales y, por mi medio,
envía a Su Señoría y a toda su familia sus
saludos, asegurándome que reza por todos ustedes.
((**It15.846**))
K
Benemérita Mamá:
Será una carta breve, pero no quiero se diga
que, en la Pascua de Resurrección, olvido a una
mamá tan buena y a un padre tan efectuoso. Pongan,
pues, una particular intención. El domingo haremos
un oficio religioso con misa y oraciones
especiales en el altar de María Auxiliadora según
sus intenciones, implorando la gracia de la salud
y de la perseverancia, para los dos y para todos,
hijas, yernos y nietos, y para que desciendan
sobre todos abundantes bendiciones celestiales. Si
me envía usted el nombre de todos, mandaré una
papeleta para cada uno, a fin de que les sirva de
recordatorio en el futuro para el lucro de los
favores concedidos por el Santo Padre.
>>Está bien de salud la familia? >>Está bien la
señora Gondi? Salúdela mucho, si tiene ocasión de
verla.
>>Vendrá este año a hacerme una visita? íAl
menos a ver una vez la nueva iglesia!
Encomiendo mi pobre alma a la caridad de sus
oraciones y me profeso
De V. S.
Turín, 13 de abril de 1870.
Seguro servidor,
JUAN BOSCO, Pbro.
(**Es15.719**))
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