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((**Es15.676**) Sí, acabó don Bosco, eleemosyna a morte liberat, purgat peccata, et facit invenire misericordiam et vitam aeternam. Procurad, pues, hacerla ahora y en adelante; y, para no hacerla imposible, procurad no despreciar el dinero con gastos inútiles. Sabed ahorrar en la persona, en los vestidos, en la mesa, en los muebles, en los viajes, en todo; y si, después, para ayudar a las obras de religión y de caridad, tuvieseis que hacer graves sacrificios, os conforte el pensamiento de que más allá de la tumba, vuestras riquezas no valdrán para nada, y, en cambio, empleándolas ahora para ayudar a la salvación de las almas de los demás, aseguráis la salvación de vuestra alma. 70 (el original en francés) Discurso de don Bosco a los peregrinos franceses Respetables Peregrinos, respetables Peregrinas: Os agradezco el honor que me hacéis, con esta visita tan preciosa y tan cristiana. Sois unos viajeros religiosos que, habéis dejado las comodidades de la vida, vuestras familias, vuestros trabajos y vuestra patria para emprender una gran misión en estos difíciles tiempos. Venís a nuestra patria, cuando allí se están suprimiendo las asociaciones religiosas, se cierran los conventos y los religiosos se ven recluidos en sus casas por imperativos legales. Pero entonces la divina Providencia suscita unos apóstoles seglares que recorren las ((**It15.794**)) ciudades, afrontan los peligros y van a visitar, no a un amigo, ni a un obispo, sino que van a Roma, al obispo de los obispos, a León XIII, sucesor de San Pedro, Vicario de Nuestro Señor Jesucristo en la tierra. Ya no se os debe llamar peregrinos, sino verdaderos religiosos, verdaderos apóstoles, que demuestran que Francia es siempre católica. Es un apostolado admirable. Y por doquiera pasáis, se dice: -Son franceses que vienen de Roma; son unos católicos que regresan de saludar al Soberano Pontífice. Esto es un gran ejemplo para los católicos de Italia. Y, de paso, saludáis también las obras religiosas, y no hay mayor satisfacción para don Bosco que esta visita. Ya hubo este año otra satisfacción y ésta es la segunda. La casa donde os encontráis es de la divina Providencia y Nuestra Señora Auxiliadora es su luz y su apoyo. Sé que deseáis os diga unas palabras sobre esta pobre casa. Ya véis dónde nos encontramos actualmente. Hace cuarenta años, este lugar era un prado, un campo, donde los días festivos la gente bebía, se divertía, bailaba y hacía ...otras cosas. La divina Providencia quiso que se iniciase aquí la obra del Patronato dominical y el Oratorio de San Francisco de Sales. Esta obra se estrenó con un muchacho. Cuando se iba por calles y plazas, se veían muchachos que jugaban, se pegaban, vagabundeaban. También había algunos que, muy a pesar suyo, vivían en las cárceles. Otros vivían a costa de los demás, siendo objeto de la vergüenza de la patria, de la familia y de sí mismos. >>No iba a haber un medio para ganarse a aquellos muchachos, instruírlos y hacerlos capaces de ganarse la vida? Se comenzó por arreglar el prado, después se cercó con una tapia, para reunir en él a los más abandonados. Al principio sólo los domingos. >>Pero, cómo conquistar a aquellos muchachos? Se encontró el medio. Los juegos. Se les convocaba con un violín, una guitarra y un tambor. Se hacía ruido, y los que estaban tras las tapias preguntaban: ->>Qué hacen ahí? Y se respondía: (**Es15.676**))
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