((**Es15.664**)
Cuando su salud se lo permita, no deje de
recibir la sagrada comunión, y yo tampoco dejaré
de rezar por usted y por su padre, para que ambos
gocen de buena salud por largo tiempo.
>>Vendrá usted a Niza el próximo invierno? Si
Dios me da vida, espero ir por allí y saludar a
los amigos y buenos cristianos y, entre ellos, a
usted, Señora... Que Dios le bendiga, generosa
Señora, y con usted a su tío, a su padre y les
conserve a todos en buena salud y por el camino
del cielo.
Le suplico rece por mí y por nuestros
misioneros, y yo le aseguro que seré siempre en J.
C.,
Alassio, 21 de septiembre de 1881.
Humilde servidor
Abate JUAN BOSCO
P. D. Contésteme siempre a Turín.
((**It15.779**))
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De una carta de don Francisco
Dalmazzo a don Bosco
sobre las cuestiones de la iglesia
del Sagrado Corazón
...Paso ahora a darle noticias sobre la
iglesia. Al llegar a Roma encontré la madeja más
enredada que nunca. Estaban las cosas en el
período más agudo. El Marqués Mereghi propietario
simulado del terreno y de la iglesia en
construcción, muy contento de que no se quisiera
reconocer a los Salesianos como intrusos, como él
y toda la barahúnda nos llaman, escribió a don
Angel Savio que se presentase a él. Lo recibió
como un bajá de alto rango, y, después de
presentarle un plan de arreglo con Andolfi, le
invitó a firmarlo, asegurándole que era el mismo
que ya había firmado con el abogado Tongiorgi,
cuando parecía que las cosas estaban en vía de
resolución. Don Angel Savio le rogó que se lo
leyera y se lo dejara ver, pero el otro se molestó
y dijo:
->>Es que no se fía de mí? >>Me cree capaz de
mentir?
-No, replicó don Angel Savio; pero no puedo
firmar lo que no he visto.
Y, una vez que hubo leído los dos primeros
artículos y visto que habían sido modificados
sustancialmente, se negó a ello. Tuvo lugar
entonces una escena bastante triste. Mereghi atacó
a don Angel Savio, a los Salesianos, y exclamó:
-Escribiré al Cardenal Vicario. Acudiré al
Padre Santo, y ya sé yo muy bien lo que he de
decir sobre ustedes, sobre su testarudez, sobre su
inmoralidad y entonces sabrán quién es el Marqués
Mereghi.
Empezó a despotricar contra el Párroco, los
Vicarios, los Salesianos y escribió efectivamente
una carta al Cardenal Vicario, que él cortésmente
nos envió desde Subiaco, llena de improperios
contra nosotros y particularmente contra don Angel
Savio, advirtiéndole que debía librarse de este
hombre que él llama sospechoso, Ayer he vuelto a
ver al Cardenal Vicario, que me recibió mejor que
de costumbre, y comprendí que la carta no le había
hecho mella. Con todo eso el asunto de la iglesia
parece que está en buena situación. Están acabando
la liquidación y pronto nos presentarán la cuenta
definitiva Andolfi y Vespignani. Lo mejor será
pagar a ojos cerrados, salvo que se trate de un
aumento considerable, y darlo por acabado. También
(**Es15.664**))
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