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Vigna atendió también los trabajos como si fuera
obra suya. Después de catorce años de esfuerzos,
de penas y fatigas, que son los transcurridos
desde 1868 hasta hoy, la iglesia es lo que
vosotros véis.
Tiene ésta dos partes: una la que nos recoge;
otra la que está debajo de nosotros. En el
subterráneo hay una segunda parte, que sirve de
oratorio para los muchachos del vecindario y de
lugar acomodado para sus entretenimientos
religiosos y morales. Hemos pensado en los
adultos, pero no podíamos olvidar a los muchachos,
que son la esperanza de la Iglesia, el apoyo de
las familias, la garantía del orden y bienestar de
la sociedad civil. Todos saben el celo y esfuerzo
con que atienden a la instrucción y a la salvación
de las almas que les han sido confiadas los
reverendos párrocos de San Máximo, los Santos
apóstoles Pedro y Pablo y Nuestra Señora de los
Angeles, parroquias limítrofes con esta iglesia,
pero su población ha crecido tanto desde hace unos
años, que ya agota todas las fuerzas.
Los celosos párrocos reclaman ayuda para la
instrucción de los mayores y el catecismo de los
pequeños. Es intención de don Bosco que la iglesia
de San Juan sea su refuerzo, como ellos desean y
como ya lo han pedido en varias ocasiones.
De esta manera se abrió don Bosco el camino
para desarrollar el tercer punto de su discurso.
La iglesia ya está consagrada, dijo, pero >>qué
será en lo porvenir? Será fuente de gracias y de
bendiciones. En ella se dará gloria a Dios y a la
Santísima Virgen; en ella se celebrarán misas, se
distribuirá la santa eucaristía, se oirán las
confesiones de los fieles, se enseñará el
catecismo, se predicará en el momento y hora
oportuna. >>Qué será esta iglesia en lo porvenir?
Será casa de oración y puerta del paraíso. Domus
Dei, porta coeli. En esta ((**It15.770**))
iglesia se cumplirán las palabras del Salvador: El
que pide, recibe; y el que busca, encuentra; y se
abrirá a quien llame: Omnis qui petit, accipit: et
qui quaerit, invenit; et pulsanti aperietur. Los
padres encontrarán cristiana educación para sus
hijos; prosperidad en el comercio; salud en las
personas; paz y concordia en las familias; todos
los que así lo quieran, encontrarán en ella la
perseverancia en el camino de la virtud. >>Y por
fin? Por fin encontrarán en ella la puerta que los
pondrá en el cielo: porta Coeli.
Y ahora, >>qué gracias podré daros por la
caridad que me habéis dispensado para la
construcción de esta iglesia? No puedo
agredecéroslo dignamente; pero lo hará Dios por
mí. Sí, generosos católicos, Dios rogado todos los
días en este santo lugar, rogado por millares de
jovencitos, reunidos en las iglesias de los
Salesianos y en muchas partes del mundo, Dios
misericordioso os recompensará ampliamente por
cuanto habéis hecho y seguiréis haciendo en favor
de esta iglesia. Y, en confianza os digo, que
todavía hay varias deudas que pagar y muchos
gastos que hacer; pero, os añado que confío en
vuestra caridad, que no me faltó en el pasado, y
tampoco me faltará en el porvenir. Vosotros
seguiréis ayudándome a realizar obras de caridad y
de religión, y Dios Nuestro Señor proseguirá
derramando sobre vosotros y sobre vuestras casas
sus gracias, sus bendiciones para el cuerpo y para
el alma, temporales y eternas.
Don Bosco terminaba su discurso resumiendo y
adaptando al inmenso auditorio la estupenda
plegaria, hecha a Dios por el rey Salomón en
presencia del pueblo de Israel, que había acudido
de todas partes a Jerusalén para la dedicación del
primer templo.
-Señor, decía, vuestra majestad es infinita, ni
el cielo, ni los cielos de los cielos la pueden
comprender; pero, ya que os habéis dignado
descender para habitar en esta casa, que hemos
levantado a la gloria de vuestro nombre, escuchad
las plegarias que os presentan vuestros siervos.
Haced que todos los que entren en esta iglesia
para desahogar su corazón ante Vos, para exponeros
sus necesidades, para implorar vuestra
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