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Dos cartas de don Juan Bonetti al
cardenal Nina
(La cuestión por el opúsculo Jesucristo,
nuestro Dios y nuestro Rey)
A
Eminentísimo Príncipe:
Permita V. E. Rvma. que le señale un hecho
bastante grave, que merece la atención de una
persona tan llena de celo como el Eminentísimo
Protector de los Salesianos.
((**It15.747**)) V. E.
sabrá que, hace unos meses, se publica en Turín un
periódico desvergonzado e impío, que se titula:
Jesucristo. Ya ha hecho mucho mal y sigue
haciéndolo; es mortífero el escándalo que siembra
en Turín y otros lugares, al extremo de que, hasta
muchos diarios católicos de Sicilia, se quejaron,
aunque inútilmente.
Para prevenir a los fieles contra esos
esfuerzos de los impíos, el Boletín Salesiano del
pasado febrero publicó un artículo expresamente
preparado que, por consejo de don Bosco se redujo
a la forma de un librito del que se han repartido
gratuitamente en Turín hasta cien mil ejemplares.
El librito se titula: Jesucristo, nuestro Dios y
nuestro Rey.
Aunque el artículo ya había obtenido el Visado
de la Curia Arzobispal de Génova, por haber sido
impreso en la Tipografía Salesiana de San Pier
d'Arena, sin embargo, antes de reproducirlo y
repartirlo en Turín, se presentó a esta Curia
arzobispal, la cual, aunque con dificultad, dio su
permiso verbalmente.
Mientras tanto, algunos periódicos católicos
anunciaron dicho folleto como muy a propósito para
reavivar la fe de los católicos y animarlos a
reparar de algún modo a Nuestro Divino Salvador,
en la misma ciudad del Santísimo Sacramento y de
la Sábana Santa, ultrajado por sacrílegas plumas;
en consecuencia lo pidieron a la Tipografía
Salesiana, desde muchas partes de Italia, para
difundirlo ampliamente. Algunos párrocos de otras
diócesis, sin que se lo impidiesen prescripciones
locales, determinaron repartirlo entre sus
feligreses como papeleta y contraseña de la
Comunión Pascual.
La Unit… Cattolica, siempre dispuesta a ayudar
a la buena prensa y a difundir sanas ideas entre
el pueblo, daba cuenta en su número cincuenta y
tres de esta determinación de algunos párrocos y
como este benemérito periódico corre no sólo por
la Archidiócesis de Turín, sino por todas las
diócesis de Italia, alababa, como norma para todos
los párrocos, el pensamiento de entregar dicho
librito como contraseña de la Comunión Pascual por
la razón de que, en este caso, habría servido no
solamente como recuerdo del precepto cumplido,
sino también como un buen maestro en las familias.
Con tal fin, nuestra tipografía imprimió varios
millares de ejemplares con el letrero: Contraseña
de la Comunión Pascual. Tanto la Unit… Cattolica
como nosotros, estábamos muy lejos de querer con
ello contravenir las disposiciones sinodales de
Turín. Nuestra intención era la de atender las
peticiones que nos llegaban desde otras diócesis
de la península, y contribuir en lo posible a la
mayor gloria del Hijo de Dios.
Además, nuestra determinación no era
reprochable en nada, como lo garantizaba la Curia
arzobispal de Génova que, con fecha del día
primero del mes corriente, autorizaba su anuncio
en el Boletín.
Así las cosas, he aquí, Eminencia
Reverendísima, lo que sucedió. El señor Arzobispo
de Turín vio en el anuncio de la Unit… Cattolica
una contravención al Sínodo Diocesano de 1873, en
el que él había ((**It15.748**))
ordenado dar unas papeletas pequeñas para la
Comunion Pascual y había prohibido que se
entregaran medallas, estampas,
(**Es15.638**))
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