Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


((**Es15.635**) después, de día en día, se va perdiendo la buena causa. >> Se espera la justicia? No sé cuando vendrá; ahora no adivino el porvenir. Adiós. Quiéreme. Yo te admiro, te defiendo, te quiero, te compadezco. Turín, 13-X-1882. Tu afmo., J. B. ANFOSSI, Pbro. ((**It15.743**)) Carta de don Juan Bonetti al cardenal Nina (Dificultades para el visado en la Curia) Eminencia Reverendísima: Con su innata bondad, escribía V. E. Rvma., a mi venerado Superior don Juan Bosco, que, si se presentara algún nuevo motivo o exigencia por parte de la Curia Arzobispal de Turín, que pudiera producir roces, no tuviéramos inconveniente en tenerle informado. Por esta razón, debo hoy añadir a los hechos, que le señalaba en mi carta del once de noviembre del año pasado, otros recientes, los cuales demuestran que la Concordia querida por el Padre Santo y firmada por los Procuradores de ambas partes, lejos de ocasionar una paz verdadera, sigue siendo precaria y deja camino libre a la misma Curia para ejercer molestas tropelías contra los Salesianos y sus obras. Hace catorce años que la tipografía salesiana de Turín publica, entre otras producciones, la llamada Biblioteca de la juventud italiana, de la que aparece mensualmente un volumen de obras selectas de los mejores clásicos italianos, debidamente expurgados. La finalidad de esta publicación es la de poner, en manos de la juventud estudiantil, libros clásicos de lectura útil y amena, sin peligro para la fe y las buenas costumbres; y, con toda la deferencia a la autoridad eclesiástica, se presenta cada volumen, antes de imprimirlo, a la revisión de la Curia Arzobispal, aunque no trate ex professo de Sagrada Escritura, ni de liturgia, ni de ninguna otra materia eclesiástica. Ahora bien, la Curia, en vez de limitarse a examinar si, en las materias a publicarse, hay algo contra la fe, la disciplina eclesiástica o las buenas costumbres, alarga su ojo indagador y su juicio excesivamente, hasta a las cosas opinables. Por este motivo, empieza a retener los manuscritos durante semanas y más semanas; quiere, además, volver a ver las pruebas de imprenta y coteja, por fin, página por página, línea por línea, palabra por palabra, y todo ello con tal desconfianza, como apenas se emplearía con editores de mala fe. Este sistema ocasiona discusiones intempestivas, acarrea gravísimos daños a nuestra imprenta, que se encuentra paralizada en el trabajo y que, con el retraso en las publicaciones disgusta y enajena a clientes y suscriptores, a unos por no poder entregar las obras en el tiempo convenido y a otros porque las más de las veces reciben un mes después los volúmenes de una publicación periódica. Además, duele también mucho que, mientras la reverendísima Curia emplea tanto rigor para las obras que se publican en nuestra tipografía, se muestra ((**It15.744**)) después muy propicia para conceder amplia aprobación a obras publicadas en otras partes, aunque contengan juicios desfavorables y siniestras insinuaciones contra personas altamente colocadas en la jerarquía eclesiástica y contra los mismos Eminentísimos Cardenales. (**Es15.635**))
<Anterior: 15. 634><Siguiente: 15. 636>

Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


 

 

Copyright © 2005 dbosco.net                Web Master: Rafael Sánchez, Sitio Alojado en altaenweb.com