Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


((**Es15.617**) casi al instante el sacerdote don Juan Branda, el cual dio todavía a la moribunda en aquella misma noche de su llegada de Turín, la bendición papal. He aquí, mi querido y reverendo don Juan Bonetti, lo que se refiere a la administración de los sacramentos a dicha religiosa, administración que personalmente hice yo mismo, porque se trataba de un caso urgentísimo cuando llegué al momento de la administración. Por lo demás, habría dejado todo en manos del sacerdote salesiano que debía llegar a las pocas horas de Turín, ya que había sido llamado telegráficamente. Siento que ahora el reverendo don Juan Branda se encuentre en España; él podría también atestiguar, por su parte, la presente declaración. Y como esta declaración o certificado la hago ahora en forma totalmente privada, no sé el valor que pueda tener judicialmente; pero si yo puedo ser llamado a juicio, no sólo por la presente declaración, sino también por dicha administración de los sacramentos in extremis, entiendo y quiero que ésta mi declaración o certificado no pueda ser presentada por V. S. M. R. a nadie más que a la Sagrada Congregación del Concilio, ante la cual se sigue su causa con el señor Arzobispo de Turín, y que, en tal caso, esta misma declaración me sirva como carta de llamada ante la misma Sagrada Congregación en la que entiendo ser juzgado de la descrita administración de los Sacramentos donde fuere menester y a la que humilde y plenamente me someto. Soy, pues, querido y muy reverendo don Juan Bonetti, Chieri, 12 de diciembre de 1881. Su afectísimo y seguro servidor in Domino MATEO SONA, Can. Es copia, conforme con el original. Turín, 12 de diciembre de 1881. A. NOTARIO, Pbro. Salesiano 24 (El original en latín) Carta de la Sagrada Congregación del Concilio a don Bosco Reverendo Señor: Habiendo sido planteada, en la Asamblea general de esta Sagrada Congregación del Concilio, la controversia de la suspensión de Turín, bajo la presunción de duda: si ha de ser confirmado o, en su caso, dejada sin efecto la suspensión o entredicho local de oír confesiones, los Eminentísimos Padres, el día 17 del corriente mes de diciembre, ((**It15.722**)) decidieron: <>. La 'mente' es, pues, que se te haga saber a ti y al Arzobispo que es vivo deseo de los mismos Eminentísimos Padres que la aludida cuestión, antes de que haya que dirimirla según derecho, pueda resolverse buena y justamente, dejando a salvo el prestigio de ambas partes. La fórmula de arreglo podría ser ésta: Tú mismo deberías acudir al Arzobispo y presentarle un memorial del sacerdote Juan Bonetti, en el que se implorase, en términos adecuados, la rehabilitación para oír confesiones en el Oratorio de Chieri, al tiempo que se le pediría perdón de todo lo que por cualquier motivo, incluso sin intención, el mencionado sacerdote haya podido ofender al Arzobispo. Es de presumir que el Arzobispo (**Es15.617**))
<Anterior: 15. 616><Siguiente: 15. 618>

Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


 

 

Copyright © 2005 dbosco.net                Web Master: Rafael Sánchez, Sitio Alojado en altaenweb.com