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cual, por su parte, nos aseguró que no tomaría
ningún otro trabajo a fin de atender y terminar
esta nuestra causa. Por otra parte, fúe ayudado
desde aquí por el mismo cliente a traducir la
escritura al latín, como le había indicado el
abogado; y, además, se le notificó, a su debido
tiempo, que si necesitaba ayuda lo hiciese saber,
porque le habríamos enviado un escribiente a
propósito; más aún, si era necesario, hubiera ido
a Roma el mismo don Juan Bonetti; pero el Abogado
no dio señales de tener tal necesidad. Algunos
atribuyen la lamentada tardanza a los chanchullos,
a los arreglos de los adversarios, en los que
suponen se haya dejado envolver la buena fe del
mismo abogado, ((**It15.715**)) lo que
no quisiera creer, pues se le puso sobre aviso de
ello en varias ocasiones. En fin, unos dicen una
cosa y otros dicen otra. Todos manifiestan su gran
extrañeza de que un pobre religioso, ilegalmente
suspendido e injustamente deshonrado, pese a los
recursos presentados a la Santa Sede, no haya
podido obtener justicia en tanto tiempo y no haya
logrado le quiten la mancha, que injustamente se
le echó encima con desdoro para su carácter
sacerdotal y escándalo de los fieles.
Señor Abogado, desde que se decidió comenzar
esta causa, don Francisco Dalmazzo, nuestro
Procurador ahí, preguntó a V. S. si su empleo en
la Sagrada Congregación de Obispos y Regulares le
dejaba la debida libertad para tratar esta
cuestión contra el Arzobispo de Turín en defensa
de un Salesiano, y usted declaró que era
libérrimo, presentando como prueba la causa del
reverendo Mellica. Pero quizás nuestro temor no
era infundado.
De todos modos es tiempo de hablar claro y actuar
a toda prisa. Me parece conveniente que el trabajo
se termine rápidamente, para distribuirlo a los
Eminentísimos jueces durante el tiempo de
vacaciones, y así se encuentren en situación de
tratar la causa sin falta después de las mismas,
sin tener que trasferirla para otro mes y quizás
para otro año.
En consecuencia, le pregunto: >>Puede usted,
mientras tanto, atender al trabajo? >>Puede
cuidarlo para que no sólo salga bien por la forma
legal, sino limpio y sin errores tipográficos?
>>Puede usted enviarnos las galeradas? Si su salud
y sus ocupaciones le permiten atenderlo, suplícole
lo haga; y, si no, hábleme claro, para que yo
pueda proveer al caso imprevisto.
Espero, pues, una respuesta categórica y confío
mucho en su franqueza y lealtad, por lo que no
puedo dudar que querrá favorecerme lo antes
posible.
Perdone las molestias de un pobre cliente,
suspendido hace tres años contra los sagrados
cánones y señalado con el dedo como un sacerdote
indigno.
Con la confianza de cuanto antecede, celebro
profesarme con todo aprecio
De V.S.M.R.
Turín, 20 de septiembre de 1881.
Su seguro servidor,
JUAN BONETTI, Pbro.
P. D. Si V. S. no puede atender al opúsculo 1 y
a la escritura, deje de lado el opúsculo, pero
termine la escritura, que si está bien redactada,
puede ser suficiente. El Arzobispo publicó a fines
de julio en el periódico radical, el Duca di
Locarno, una carta en favor del Rosminianismo a la
que V. S. podría aludir, porque haría conocer
quién es él.
1 El Abogado redactaba una monografía en seis
capítulos sobre la Congregación Salesiana, para
que sirviese de informe a los Cardenales. La
<> es la defensa redactada en latín.
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