((**Es15.609**)Escribió
cartas impertinentes al párroco, me escribió
también a mí sin ningún respeto y yo le quité la
facultad de confesar en Chieri, con lo que don
Bosco se vio obligado a enviar otro sacerdote
salesiano para actuar en la capilla. Don Juan
Bonetti no volvió a aparecer en Chieri, pero don
Bosco y él pretenden:
1.° Que el Obispo no puede quitar la facultad
de confesar a un religioso después de habérsela
concedido. >>Es esto verdad cuando la facultad se
concede solamente ad annum, como en el caso de don
Juan Bonetti? Quitar la facultad de confesar en un
lugar determinado no es quitarla totalmente, sino
únicamente poner una pequeña limitación.
2.° Pretenden que yo debía dirigirme a don
Bosco para sacar de allí a don Juan Bonetti y que
yo debo justificar ante la sagrada Congregación
esta remoción.
Mientras tanto aparecieron en distintos tiempos
varios libelos difamatorios contra mí,
evidentemente escritos por orden y con complicidad
de don Juan Bonetti y de los demás Salesianos, los
cuales se esparcieron profusamente por toda la
diócesis, por todo el Piamonte y hasta en Roma.
Don Juan Bonetti recurrió a la sagrada
Congregación del Concilio contra mí, en el mes de
mayo de 1879, y, finalmente, en noviembre de 1880,
fui invitado por la misma a presentar mis
observaciones, que fueron redactadas por el
canónigo Colomiatti, abogado fiscal de la Curia, y
con las que yo tomé la ofensiva contra don Juan
Bonetti y contra los Salesianos por aquellos
libelos difamatorios.
Don Bosco pudo, durante su estancia en Roma,
examinar estas observaciones y temiendo ser
perjudicado ante la opinión pública, me invitó por
carta desde Roma a poner las cosas como estaban
antes de que surgiese esta cuestión, lo que
equivalía a decir, que él, como Superior de los
Salesianos, desistía de las quejas ante la S. C.
respecto a los libelos difamatorios y respecto a
don Juan Bonetti.
Por otra parte, me parece a mí que, al prometer
don Bosco no enviar más a don Juan Bonetti a
Chieri, no hacía más que corresponder a mi
derecho. Aquella capilla depende de mí: >>no puedo
hacer que la atiendan otros sacerdotes, aunque la
propiedad sea de don Bosco y valiéndome ((**It15.712**)) de los
Salesianos, no tengo derecho a eliminar a los que
chocan con el párroco local y persisten en
tumultuosos escándalos en la ciudad y sin ser yo
el juez de los mismos? >>Cómo habrá que
comportarse con gente de esta lacha? Hay que
lograr que salga a la luz la mala fe y la mala
conducta de esta gente contra el Arzobispo.
Turín, 16 de junio de 1881.
LORENZO, Arz.
18
Carta del canónigo Colomiatti al
cardenal Nina
Eminencia Reverendísima:
El día dos del corriente mes, satisfecho de que
la cuestión con los Salesianos se terminara
amigablemente, escribí una cartita a V. E. para
darle tan buena noticia.
Pero íqué quiere! El Canciller que escribió ahí
al agente apostólico de esta Curia para que
acudiese a la S. C. del Concilio a retirar toda la
documentación referente a los Salesianos, obtuvo
como respuesta que no la podían entregar, dado que
existía un telegrama de don Bosco que decía
quedaban rotas las gestiones.
(**Es15.609**))
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