((**Es15.606**)
si calla contigo, calla también con cualquier
otro. Pero procura dar la comodidad de un confesor
extraordinario.
Señalando que esto lo hacía siempre y que
insistía para que fuese con frecuencia algún
Superior de Turín, me dio a entender que así iba
bien y no de otra manera, ya que los forasteros
seculares no son los más apropiados.
15
Carta del cardenal Nina a don Bosco
Muy apreciado don Bosco:
El canónigo Colomiatti, abogado fiscal de la
Curia de Turín, portador de la presente, estuvo
conmigo hace unos días, para informarme sobre la
cuestión pendiente en la Sagrada Congregación del
Concilio sobre el asunto de don Juan Bonetti, y me
manifestó el vivo deseo de que este asunto se
arreglase de bono et aequo entre las partes, sin
proceder al juicio; y añadía que, siempre que don
Juan Bonetti estuviese dispuesto a pedir perdón al
Arzobispo, se podría merecidamente llegar a un
acuerdo que resultase de mutua satisfacción. Le
respondí primeramente que estando ahora el asunto
en poder de la Congregación, me parecía prudente
que las partes se sometiesen al juicio que ésta
pronunciase. Pero luego, ante posteriores
insistencias y reflexiones, no me pareció
conveniente rechazar la petición que me hizo
((**It15.708**)) de
interponerme ante usted para este fin. Así pues,
con la presente cumplo mi cometido, persuadido de
que si usted, en su prudencia y caridad, cree
posible seguir la propuesta del señor canónigo
que, por otra parte, manifiesta buenas
intenciones, no dejará de preferir una vía
conciliadora. Y, después de esto, acepte mis más
distinguidos saludos, a la vez que le bendigo en
el Señor y tengo la satisfacción de declararme
De V. Rvmo. Señor
Roma, 10 de febrero de 1881
Atto. s. s.,
L.
NINA, Cardenal Protector
16
Carta de don Juan Bonetti a monseñor Verga
secretario de la sagrada
Congregación del Concilio
Excelencia Reverendísima:
Espero que V. E. Rvma., haya recibido el
telegrama y la carta de mi venerado superior don
Bosco, con la que le rogaba no se diera por
suspendida la cuestión pendiente entre el
Arzobispo de Turín y un servidor y tampoco se
enviase al mismo ninguna carta sobre el
particular. Para norma de V. E., y de esa
autorizada Congregación, me parece bien contar por
extenso lo sucedido en estos últimos días.
El día veintisiete del mes que acaba de
transcurrir y después de haber escrito varias
cartas, presentóse a don Bosco el señor canónigo
Colomiatti, abogado fiscal de la Curia Arzobispal
de Turín, en nombre del señor Arzobispo, y le rogó
encarecidamente que se dignase arreglar
pacificamente la cuestión concerniente a mi
suspensión,
(**Es15.606**))
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