((**Es15.591**)
antes de que regrese S. E. Cairoli, que como usted
sabe, acompaña a la Familia Real 1.
El marqués de Spínola debe estar estos días en
Turín; usted puede obtener de él los informes que
desea sobre los asuntos sudamericanos.
Aprovecho la ocasión para repetirme con la
mayor consideración.
Roma, 10 de enero de 1881
Su seguro servidor,
MAFFI
3
Proyecto de una red meteorológica en América
del Sur a cargo de los Salesianos
El tercer Congreso Geográfico Internacional de
Venecia emitió, en una sesión solemne, el
siguiente deseo propuesto por el Grupo tercero:
<>.
((**It15.690**)) La
importancia de establecer estaciones
meteorológicas en aquellas iones ya había sido
reconocida por la Junta internacional de la
meteorología polar, la cual, en la Conferencia
tenida en Berna en el mes de agosto del año
anterior, ya había expresado, por medio del
delegado italiano, profesor Cora, el deseo de que
se organizase al menos una de tales estaciones en
América del Sur. Pero hubo diversas dificultades
que impidieron la realización de este proyecto, y
la proposición del delegado italiano de montar una
estación en el Cabo de Hornos o en otros lugares
próximos, no halló válido apoyo en su país.
Parece que los franceses quieren ir al Cabo de
Hornos, pero es algo incierto todavía.
Yo, que pertenecía precisamente al Grupo
tercero del Congreso de Venecia, por quien se
formuló el deseo, no me atreví a añadir palabra,
para no comprometer antes de tiempo a los
misioneros italianos, de la Congregación
Salesiana, que está n en aquellas regiones, aunque
conocía su laboriosidad y su buena voluntad.
Pero, al llegar a Turín, hablé sin tardanza con
su venerado Superior, el reverendo don Bosco, tan
conocido en todas partes por su admirable energía
para iniciar obras buenas de toda suerte, el cual
envía cada año a aquellos lejanos países un grupo
selecto de sus hijos que se consagran al bien
religioso de aquellos pueblos, sin olvidar lo
intelectual y material.
Como ya me esperaba, don Bosco condescendió de
buen grado a cuanto le expuse, satisfaciendo de
este modo, sin gestiones inútiles y sin
dificultades, el deseo del mundo científico de
extender su dominio a regiones poco conocidas del
globo.
Se concertó un proyecto general, que se irá
completando y perfeccionando poco a poco.
Importa saber, ante todo, que, antes del primer
Congreso geográfico, había estado hablando conmigo
en el mes de julio el ilustre profesor don Luis
Lasagna, director
1 El rey Humberto I y la reina Margarita
estaban de viaje por Sicilia y las provincias del
Sur.
(**Es15.591**))
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