((**Es15.575**)
El año 1882 fue la Condesa en peregrinación a
Lourdes y se detuvo expresamente en Turín para
conocer personalmente a don Bosco y hablar con él
de temas espirituales. La acompañaban su jovencito
hijo y don Tulio.
((**It15.669**)) El
muchacho produjo a don Bosco una agradable
impresión; y la madre, a su vez, se llevó un
profundo recuerdo de don Bosco y continuó
sintiendo la necesidad de su ayuda espiritual,
como se desprende de esta carta del Beato a don
Tulio.
Muy querido don Tulio:
La señora Beltramini me pide muchas cosas que
procuraré satisfacer con mis pobres oraciones.
En cuanto a las cuestiones confidenciales que
me escribe, es indispensable que se someta a los
consejos de su Director espiritual. Si un día
pudiere yo hablar de viva voz con esa señora, ya
le diré mi parecer.
Mientras tanto, >>se porta bien nuestro
Paquito? >>Hace milagros? No le deje en paz hasta
que velit nolit (quiera o no quiera) sea un
verdadero san Francisco de Sales.
>>Cómo está la señora Mainardi? Dígale que
ruego cada día por ella en la santa misa.
Espero que las inundaciones no hayan
perjudicado a esta caritativa señora; porque todo
perjuicio recae sobre los pobrecitos de
Jesucristo.
Dios le bendiga a usted sal terrae et lux
mundi; conceda todo bien a la señora Mainardi, a
su hijo, a la señora Beltramini y créame siempre
suyo.
Turín, 17 de octubre de 1882.
Su
seguro servidor y amigo,
JUAN BOSCO, Pbro.
Don Bosco tenía en don Tulio un buen
representante ante la familia Bonmartini y de él
se servía para ayudar espiritualmente a la
Condesa.
Muy querido don Tulio:
Con esta carta le nombro mi Secretario General
y Plenipotenciario.
Tenga, por consiguiente, la bondad de entregar
la cartita adjunta a mi querido amigo el señor
Antico. Diga a la señora Mainardi que, ante todo,
cuide su salud. Espero que, lo mismo que siga
usted en Cavarzere como que vuelva a Padua, no
sufra ningún quebranto de salud. Creo, sin
embargo, más oportuna su vuelta a la ad, donde el
alojamiento es mejor para el invierno, y donde don
Bosco podrá también tener alguna buena comida.
Haré oraciones especiales para este fin.
Diga al señorito Paquito que san Francisco de
Sales espera que se haga santo en Padua con la
mamá o en Turín con don Bosco. Que lo piense y,
después, me responda él mismo.
((**It15.670**)) El
Niño Jesús conceda salud y santidad a usted y a
los de su familia. Y, a usted, además: esto sal et
lux.
(**Es15.575**))
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