((**Es15.543**)
Benemérita señora Bonola:
Gracias, señora Sofía, gracias por la
felicitación que me envía y por las quince liras
que adjunta para una misa y las otras seis para la
librería.
Dios premie su caridad y guarde a usted, a su
familia y conceda muy especialmente a su señor
esposo muchos años felices.
Siga usted ayudándome temporalmente y nosotros
rezaremos especialmente para que usted y toda su
familia tenga siempre una lluvia de celestiales
bendiciones.
Le suplico una oración por mí, que siempre seré
en J. C.
Turín, 8-82.
Su atto. y s. s.
JUAN BOSCO, Pbro.
La señora Juana Bosio Saladino había reunido en
Acqui, en torno a sí, un grupo de cooperadoras,
las cuales juntaron poco a poco un aguinaldo para
don Bosco y se lo enviaron. El Beato no dejó de
manifestar a su modo el más vivo agradecimiento.
Benemérita Señora:
La bonita cantidad de sesenta liras que usted
me envía, en nombre de las piadosas cooperadoras
que le acompañan, y más aún la amable y cristiana
carta, que se complace en escribirme, merecen
ciertamente especiales palabras de agradecimiento.
Se complace usted en manifestar que la ofrenda es
pequeña. No es así, si se tienen en cuenta la
grandeza de alma de las donantes y nuestras
crecientes necesidades. En este momento se recibe
con toda gratitud el más pequeño donativo.
Por estos motivos, le estoy muy reconocido; se
lo agradezco de todo corazón y le ruego haga saber
a todas las cooperadores de Acqui que les envío
una bendición especial, que cada día les
encomiendo en la santa misa y que encargaré a
nuestros muchachos (80.000) una comunión especial
según su intención.
((**It15.633**)) Dios
bendiga y guarde a todas con buena salud y en su
santa gracia y les suplico rueguen por mí, y muy
particularmente por nuestros misioneros, que
precisamente en estos días surcan las borrascosas
aguas del Atlántico.
Créanme en J. C.
Turín, 10-1-1882.
Su humilde servidor
JUAN BOSCO, Pbro.
Le gustaba a don Bosco enviar a veces
simpáticos regalos a los bienhechores que vivían
cerca, con ocasión de su día onomástico: eran
cosas de poco valor material, como puede
comprenderse, pero a las que se daba mucha
importancia en atención al donante. En la fiesta
onomástica del barón Ricci no encontró nada para
enviarle y lo remedió de otra manera.
(**Es15.543**))
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