((**Es15.531**)
de una reja. Don Santiago Costamagna, que acudió a
visitar aquella pobre casa, fue detenido a la
puerta por los centinelas. Pidió entonces poder
entrar al menos en la iglesia. Conseguido el
permiso, pasó a la sacristía, llamó a los
hermanos, que bajaron muy afligidos. La pena y las
vigilias les habían desfigurado. Hablaron un poco
y se descorchó una botella de vino. Para evitar el
peligro de que el centinela les sorprendiera allí
reunidos, don Santiago Costamagna llamó al soldado
y, con un vasito de aquel buen vino, arregló todo.
Volvió después cada uno a su puesto, mientras el
Inspector reemprendía viaje a Buenos Aires.
Don Domingo Tomatis pudo dar a don Bosco
mejores noticias el quince de julio. <> Los cuarenta curados debían
ser los que estaban enfermos, después de la muerte
de los cuatro, cuando don Domingo Tomatis había
comunicado a don Bosco las primeras noticias en
una carta anterior, de la que se hace mención en
ésta y que nosotros no hemos encontrado. En
efecto, en la segunda del quince de julio decía:
<>. Esta última frase se comprende en el
sentido de que no hubo más muertos. Cierto que,
sin una especial ayuda del cielo, pudo haber
habido allí fácilmente una hecatombe.
Faltaba justamente un mes para el día en que se
conmemoraría en el Oratorio el cumpleaños de don
Bosco; por lo que ((**It15.618**)) el
Director de San Nicolás continuaba: <(**Es15.531**))
<Anterior: 15. 530><Siguiente: 15. 532>