((**Es15.520**)
Interesándose por su vida espiritual, el Siervo
de Dios no se coloca en el lugar del director de
su conciencia, pero completa su acción,
especialmente animándola. <>. Tenía miedo de hacerlo rutinariamente,
comulgando cada día; pero don Bosco la instruye
así 1: <>.
También ella tenía sus cruces. Una vez le envió
don Bosco una estampita con una crucecita. Algo
impresionada por el regalo, quiso saber la
Señorita que quería decir con ello, y él le
respondió 2: <>. Mientras tanto, la
alienta y prosigue: <>. También, en enero del
año 1883, intenta animarla con su palabra: <>.
Parece, y se sabe también por otras fuentes,
que aquella alma buena era probada por Dios con
penas interiores; por esto el Siervo ((**It15.606**)) de
Dios la animaba 3: <>.
Ocho días después le trazaba un plan de vida
espiritual muy práctico y a propósito para
librarla del miedo de no hacer nunca bastante 4:
<(**Es15.520**))
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