((**Es15.489**)
A continuación, se retiró, porque había mucha
gente esperando en la antesala. La entrevista
había durado hora y media. Volvió al día siguiente
y se arregló todo, pero con la máxima calma.
->>De dónde vienes ahora?
-De Cúneo, del sorteo para el servicio militar.
->>Y cómo ha resultado la cosa?
-He quedado libre.
Entonces don Bosco le propuso vestir enseguida
la sotana.
-Pero yo, objetó Malán asustado, no tengo
ningún estudio.
->>Sabes firmar?
-íClaro que sí!
-Pues bien, eso basta.
Le propuso después que eligiera la casa
salesiana que más le gustase, Niza o La Navarre.
Le quedaba una dificultad por resolver. >>Cómo
podría librarse del servicio a la condesa de
Combaud, sin molestar a una persona que tanto bien
le había hecho?
-Esto está resuelto. Escríbele que te quedas
con don Bosco.
-Escribiré, le pediré permiso y, si usted
quiere, dejo todo y vengo enseguida.
((**It15.568**)) No,
aprecio mucho a esa señora y no quiero que la
dejes tan de improviso. Se podría molestar. Vuelve
allí, dile que has estado con don Bosco y que te
ha invitado a hacerte salesiano.
-Y yo añadiré que deseo mucho venir con don
Bosco y le pediré que me dé su permiso.
-Haz las cosas con prudencia y no tengas tanta
prisa.
Así entendidos, volvió a Tolón y se dirigió al
castillo de la familia Combaud. Ya había escrito a
la señora, a la que encontró conmovida, y, muy
avergonzado, le dijo:
-Si usted quiere, que continúe aquí, me quedo;
pero don Bosco me ha dicho que yo seré salesiano.
Después le contó todo lo que le había acaecido
en Turín.
-íOh! Si es así, respondió la señora, sábete
que don Bosco no se equivoca cuando se trata de
esto; Dios le inspira. Vete, pues; yo estoy
conforme y no me opongo. Sigue el consejo de don
Bosco. Yo me las arreglaré de otro modo.
Estuvo tres meses en el castillo. Cada tarde se
iba a solas al bosque a rezar y llorar a los pies
de una pilastra, con un nicho que tenía dentro una
estatuita de la Virgen. Una vez, mientras estaba
encomendando encarecidamente su vocación a la
Santísima Virgen, vio brillar una llamita en la
mano derecha de la estatua y después ir hacia él.
Aquello le llenó de asombro y alegría. La
primera vez que se encontró
(**Es15.489**))
<Anterior: 15. 488><Siguiente: 15. 490>