((**Es15.478**)
fiesta de San Luis, le escribía entre otras cosas
1: <((**It15.554**)) mí, a
fin de que pueda volver a adquirir la paz que
tanto necesito y pensar en mi alma y atender a mi
querida familia. Rece, le suplico, esta avemaría,
pues confío y espero firmemente que me vendrá el
deseado consuelo. íSí, récela!>>. Y, después de la
firma, se profesaba <>.
Escribía desde Niza la señora Fruero el
diecinueve de junio a don Angel Lago: <>. Esta señora,
que estaba traduciendo entonces al francés la
novena de María Auxiliadora, concluía así su
carta: <>. Al firmar, se profesaba <>.
La condesa de Liniers de Champdeniers tenía a
su único hijo de seis años, con una angina
lardácea, que dejaba a sus padres pocas esperanzas
de curación. En el colmo de su angustia, pidieron
oraciones a don Bosco y el hijo se salvó. Desde
1882, enviaba su madre cada año a don Bosco, y
después a don Miguel Rúa, quinientos francos para
las obras salesianas 2.
Otros acudían personalmente a invocar las
gracias a la celestial dispensadora y se
presentaban al que era considerado como su
tesorero. El abogado Mauricio Joumar, atacado de
parálisis a la cabeza y a la espina dorsal, no
podía articular palabra hacía dos años. Fue
llevado a la presencia de don Bosco y, después de
recibir la bendición de María Auxiliadora,
profirió el ((**It15.555**)) nombre
de María, sintiéndose al instante tan mejorado,
que escribió en un papel que le presentaron:<(**Es15.478**))
<Anterior: 15. 477><Siguiente: 15. 479>