((**Es15.462**)
->>Y en los asuntos filosóficos?
-Yo no hablo de eso, porque nos pelearíamos
enseguida.
-Está bien, agregó sonriendo el Padre Santo. El
Arzobispo de Turín me ha escrito que quisiera
ponerse de acuerdo: >>qué tendríais Vos que
objetar:
-Nada, Santidad; sólo quisiera que me dijese
los motivos por los que se opone a la
Congregación, y estoy dispuesto a hacer cualquier
sacrificio. Hasta ahora solamente me ha acusado de
cosas vagas y respecto a individuos que no
pertenecían a la Congregación, volcando siempre
todo contra los Salesianos. Sólo una vez me
escribió que, si yo quisiera cambiar de sistema,
él devolvería las cosas al estado, en que se
encontraban antes de estas divergencias; esto es,
que yo hiciese como él en nuestros colegios,
adoptando los mismos autores de teología y de
filosofía que él ha prescrito en sus seminarios, a
saber, el Rosminianismo. Pero esto yo no lo haré
jamás.
-Está bien, dijo de nuevo sonriendo el Papa. Y
ahora, >>qué podría yo hacer por vuestra
Congregación y por los Salesianos?
-Santo Padre, desearía que Vuestra Santidad se
pusiese un momento a la cabeza de los salesianos,
de esta Congregación, y le hiciese tener la
comunicación de los privilegios, como los tienen
las otras congregaciones.
->>Y qué dificultad hay?
-El cardenal Ferrieri.
-Id en mi nombre a monseñor Masotti, nuevo
secretario de Obispos y Regulares, y decidle que
me hable de ello. Es un óptimo eclesiástico. Id
también a monseñor Jacobini, Secretario de
Propaganda, para establecer los Vicariatos
Apostólicos en Patagonia.
((**It15.535**)) Al
aludir a la cuestión de don Juan Bonetti, le
preguntó:
-Ahora decidme: >>estaréis todavía muchos días
en Roma?
-Nueve o diez días más, respondió don Bosco.
El Padre Santo quedó informado detalladamente
de las cosas salesianas. La conversación versó
después sobre el plan del catecismo único para
todas las diócesis del mundo. Don Bosco acariciaba
esta idea porque, al tener alumnos de muy diversas
diócesis, experimentaba la dificultad que
presentaba tanta variedad de catecismos. Y, pedida
licencia para expresar su pensamiento respecto al
asunto, dijo:
-Vuestra Santidad, que tanto ha hecho ya en
este sentido, podía ordenar que se diese la última
mano al proyectado trabajo.
-Es algo muy delicado, que requiere largo y
serio examen, respondió el Papa.
-Precisamente por esto, replicó don Bosco;
corte la suprema autoridad
(**Es15.462**))
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