((**Es15.423**)diez
años, se han terminado en uno solo. Estoy
admirado; creeríase que son fábulas, pero son
realidad, y resulta fácil demostrar la verdad. He
aquí la mano de la Providencia, y Dios sea
bendito, porque todo es para su mayor gloria.
((**It15.488**))La
Junta quedó contentísima de haber oído la palabra
del santo y venerado Fundador, a quien pidieron
por boca del abate Guiol la bendición, que
piadosamente recibieron y con ella se dio por
terminada la sesión.
Las esperanzas que don Bosco había hecho
vislumbrar de que, cuanto antes, se pudiera
organizar la costumbre salesiana y que quedara
dotada de mayor facilidad para las religiosas, fue
una hermosa realidad pocos días después. En
efecto, de allí a poco se compraron dos edificios
próximos que debían estar desalojados de
inquilinos para la fiesta de San Miguel y quedar
totalmente a disposición de las Hijas de María
Auxiliadora. Pero los tramites legales fueron
realizados por la sociedad civil Beaujour, que,
además, indemnizó a don Bosco de las
construcciones realizadas a su cargo en el
terreno, del que simplemente aparecía como
arrendador. Había que amparar a la Sociedad en
peligro de disolución por la acusación de
beneficencia fingida; lo cual se obtuvo asignando
a don Bosco un aumento de acciones proporcionado a
la aportación. Limosnas espontaneas y generosas
ayudaron al pago de la primera entrega para la
adquisición de dichos inmuebles. El abate Guiol,
al dar cuenta a la Junta el diecisiete de febrero,
señalaba la intervención de la Providencia en la
obra marsellesa de don Bosco y atribuía el mérito
a la eficacia prodigiosa conseguida con sus
oraciones.
En prueba de su afirmación narraba los detalles
interesantes de una curación milagrosa obtenida en
aquellos días, gracias a la intercesión y
bendición del santo fundador. <>. En efecto, el Director de
San León, allí presente, anunció que estaba en
disposición de entregar enseguida a los
constructores ((**It15.489**)) veinte
mil francos de los setenta y ocho mil que se les
debían. Al llegar aquí, salió el Párroco con una
de sus agudas observaciones.
<(**Es15.423**))
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