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iremos ((**It15.449**)) juntos
al banquete. Su ayudante de campo debe ser don
Juan Bautista Francesia, a quien conoce el Conde y
viceversa. Por la noche tendrá un coche, que le
llevará al Oratorio. Si acepta mi proyecto,
escríbame dos palabras: <>. Si
no, haga otra propuesta, pero comuníquemela para
mi norma, que yo la apruebo desde ahora, porque me
glorío de ser, con la máxima reverencia y afecto,
etc.>>
La extraordinaria alegría del Conde podía
provenir de la certidumbre de que la presencia de
don Bosco impediría o evitaría divagaciones poco
conformes con los principios del dueño de la casa.
Y MAS SOBRE DON LUIS
GUANELLA
Hacía casi tres años que don Luis Guanella
había vuelto a la diócesis, donde desplegaba todo
su celo en el apostolado, al que se sentía llamado
1. Pero, en Como, no todos veían con buenos ojos
lo que hacía; más aún, tenía enfrente enemigos tan
fuertes y obstinados, que sus empresas corrían el
riesgo de fracasar. Llegaron las cosas a tal punto
que se acobardó, volvió a pensar en don Bosco y
acariciaba otra vez la idea de abandonar de nuevo
la patria chica y volver para siempre a la
Congregación. Tanto penetró en él esta idea, que,
a mediados de septiembre, escribió a don Bosco,
rogándole quisiera volver a abrirle las puertas.
Don Bosco, que se encontraba en Alassio con los
miembros del Capítulo Superior en una tanda de
ejercicios, comunicó a los Capitulares su petición
y les pidió su parecer. Don Luis Guanella se había
ganado tanto aprecio entre nosotros y su salida se
había realizado de manera tan irreprensible que
ninguno de los presentes puso objeción.
Respondióle don Juan Cagliero, que era el
encargado de los trámites para las admisiones. Le
puso dos condiciones en nombre de don Bosco:
desligarse totalmente de los asuntos materiales,
que pudieran reclamarle de algún modo en Como, y
volver con el ánimo dispuesto a ((**It15.450**)) una
total obediencia 2. Por una frase de la carta se
advierte que don Bosco se inclinaba a su antiguo
plan de enviarle a Santo Domingo. Pero los lazos
que le ataban a la diócesis eran todavía muy
firmes, para que pudiera desligarse de ellos sin
graves inconvenientes.
1 Véase: M. B. Vol. XIII, págs. 688-690.
2 Véase: Apénd. Doc. núm. 71.
(**Es15.390**))
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