((**Es15.367**)
Que Dios os bendiga a todos y saluda a mis
queridos hijos de Macao 1, y créeme en J.C.
Turín, 3 de agosto de 1883.
Tu afmo. amigo
JUAN BOSCO, Pbro.
íCuántos sacrificios tenía que costar todavía a
don Bosco la iglesia del Sagrado Corazón! Puede
decirse con verdad, y lo confirma don Miguel Rúa
en los procesos, que esta obra agotó mucho sus
fuerzas. Ya entrado en años, con la salud
quebrantada por molestias muy graves, que de vez
en cuando le incomodaban, daba pena verlo subir y
bajar escaleras, pidiendo limosnas, sometiéndose a
veces a duras humillaciones.
Padeció tanto que una vez, en la intimidad,
respondió a uno de los suyos, que le preguntaba,
al verle tan encorvado, por qué se inclinaba
tanto:
-Llevo a cuestas la iglesia del Sagrado Corazón
y pesa sobre mis hombros.
Otra vez, bromeando amablemente y jugando con
el doble sentido de la palabra, decía:
-Dicen que la Iglesia es perseguida. Yo, en
cambio, puedo decir íque la iglesia me persigue a
mí!
1 En otro tiempo los jesuitas poseían unos
terrenos y casas en el Castro Pretorio, que habían
adquirido con fondos procedentes de su misión de
Macao en China; de ahí el nombre del lugar.
(**Es15.367**))
<Anterior: 15. 366><Siguiente: 15. 368>