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entre los fieles cristianos de sus respectivas
jurisdicciones y que envíen a cualquiera de los
tres, más arriba nombrados, el dinero que hubieren
podido recoger y dar facilidades a los Limosneros
acreditados con su respectivo certificado>>.
Por fin, enumera los favores espirituales
concedidos a donantes y Limosneros: <<1.° Una
bendición especial del Padre Santo, que aprueba y
recomienda la piadosa empresa a todos los que aman
el desarrollo de nuestra santa Religión, las
buenas costumbres, el bien de la juventud y de
toda la sociedad civil. 2.° Cuando esté terminado
el sagrado edificio y consagrado al culto divino,
todos los viernes se celebrará una misa en el
altar mayor y se rezará la corona del Sagrado
Corazón de Jesús y otras plegarias especiales por
los bienhechores. 3.° Este mismo piadoso ejercicio
se celebrará en la fiesta del Sagrado Corazón de
Jesús y de María, en Navidad, el jueves del Corpus
Christi y ((**It15.399**)) en el
día de la fiesta de cada uno de los Santos
Apóstoles. 4.° Con el fin de rendir especial
homenaje a la augusta Madre de Dios e invocar su
poderosa protección sobre todos nuestros
bienhechores, todos los días por la tarde se
recitará la tercera parte del Rosario y se
cantarán las Letanías Lauretanas o el Ave Maris
Stella, a lo que seguirá la bendición con el
Santísimo Sacramento. La función se terminará con
el De Profundis y Oremus correspondiente o con un
Pater, Ave y Réquiem en sufragio de los
bienhechores difuntos. 5.° Estas celebraciones de
misas, oraciones y ejercicios de piedad cristiana
se harán perpetuamente>>.
Se entregaban a los limosneros abundantes
fichas para inscribir los nombres de los donantes
y el importe de sus donativos, a las que se
acompañaba una hoja aparte, en la que se leían
ocho normas dictadas por la más circunspecta
prudencia.
Para facilitar la obra de los Señores
Limosneros, parece oportuno fijar algunas normas
que se someten a la prudencia de los mismos:
1.° Téngase presente que los Ordinarios
diocesanos, los Párrocos, los Rectores de iglesia
están invitados para hacer llegar a las
direcciones señaladas las cantidades que tuvieran
a su disposición.
2.° Hay, además, los Limosneros propiamente
dichos, los cuales están encargados de recoger
donativos en los pueblos o ciudades donde viven o
donde se hubieren de encontrar. Estos están en
posesión de un Diploma, con el sello que dice Pía
Societas Salesiana y la firma del sacerdote Juan
Bosco 1.
3.° Conviene que los donativos, con el nombre y
apellido de los donantes, vayan escritos en las
fichas expresamente preparadas, a menos que deseen
guardar el anonimato.
1 Véase este diploma en su texto latino y
francés (Apend. Doc. núm. 58).
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