((**Es15.333**)Cattolic
a estas explicaciones para rectificar <>, difundida después de la publicación del
decreto romano.
Ilmo. Sr. Director de <>
Espero de su reconocida cortesía que quiera
rectificar la voz errónea que se va esparciendo
cada vez mas, acerca de la iglesia de San Juan
Evangelista, de la que V. S. se ha dignado hablar
en repetidas ocasiones en su benemérito periódico.
((**It15.382**)) El día
veintiuno del pasado mes de mayo publicaba usted
una respuesta de la Sagrada Congregación de Ritos,
en virtud de la cual no se puede consagrar una
iglesia si, en los sótanos de la misma, se hacen
representaciones teatrales para diversión de la
juventud. Y como al presente, sólo en la iglesia
de San Juan Evangelista, se dan estas
circunstancias, ya son muchos los que preguntan si
la tardanza en la inauguración para el culto
divino de dicho sagrado edificio se deba a ello;
esto es, si no se puede efectuar la sagrada
función, que incesantemente reclama el pueblo, por
causa del teatro que dicen se encuentra debajo de
la iglesia. Por todo lo cual, declaro que dicha
autorizada respuesta no se refiere de ningún modo
a la iglesia de que hablamos, puesto que, en los
sótanos de la misma, no hay más que:
1.§ Una capilla destinada a la catequesis, a la
celebración de la santa misa y otras funciones
sagradas, sólo para los niños, a fin de que
resulten más tranquilas las sagradas funciones que
se desarrollen en la iglesia para los habitantes
de aquel barrio tan poblado.
2.§ El resto del sótano es un salón dedicado a
entretener e instruir a los mayores, examinar de
catecismo y distribuir premios, como se acostumbra
hacer con los que se lo han merecido. Todo lo cual
parece manifiesto que no tiene ni siquiera
apariencias de teatro o de algo que guarde
relación con tales entretenimientos profanos.
La tardanza, pues, de la suspirada inauguración
procede únicamente de algunos trabajos que aún no
se han terminado.
Le agradezco el favor que espero me concederá,
mientras agradecido me profeso
De V. S. Ilma.
Turín, 21 de julio de 1882.
Su seguro servidor
JUAN BOSCO, Pbro
El Cardenal Protector, que no ignoraba nada de
todo esto, dio a don Bosco, siempre en su carta
del veintitrés de julio, un consejo práctico.
<>Y como la opinión infundada de que, bajo la
iglesia, hay un teatro que podría presentar algún
obstáculo, afróntelo usted directamente y declare
por escrito a Monseñor, como ya lo ha hecho en el
Boletín, ((**It15.383**))
Salesiano 1 que aquel local no está destinado de
ninguna manera
1 Número citado.
(**Es15.333**))
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