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empezar las escuelas nocturnas y lo que V. E. les
sugiera con su iluminada prudencia.
Doy gracias a V. E. y a todos los que han
puesto tanta confianza en nuestra poquedad y
recomendándonos humildemente a la caridad de sus
santas oraciones, considero un alto honor poderme
profesar,
De V. E. Rvma.
Turín, 25 enero 1881.
Su seguro servidor
JUAN BOSCO, Pbro.
Esta carta satisfizo al Arzobispo, que, pocos
días después, recibió con alegría a don Juan
Marenco, que volvía a Florencia para tomar los
últimos acuerdos, y lo colmó de atenciones,
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caridad y paternal afecto. Después de anotar
cuanto faltaba aún en la casa, el Director de
Lucca volvió a su residencia y escribió a don
Bosco que, dentro de un par de semanas, la nueva
expedición salesiana podía partir. <>. Y en breve se verá
lo oportuna que era esta sugerencia de entenderse
bien con el Arzobispo.
Los salesianos tomaron posesión de su morada el
4 de marzo: eran tres, el director don Faustino
Confortóla 1, un clérigo y un coadjutor.
Inmediatamente se encontraron frente a serias
dificultades. Las primeras procedieron de la
Comisión. Esta hubiera debido ceder todo a don
Bosco y a los salesianos; pero parecióles a
aquellos señores que un acto semejante redundaría
en su propio desdoro. Por eso, exagerando bastante
lo que hasta entonces habían hecho e ignorando qué
era una Congregación religiosa, se imaginaron que
los Salesianos debían estar en cierto modo bajo su
dependencia. Propusieron, pues, un proyecto de
convenio, en virtud del cual, la naciente obra
quedaba vinculada para siempre a la Sociedad
Obrera, como si no fuera más que una derivación de
la misma. Don Bosco no se sujetaría jamás a tan
embarazosa servidumbre, que obligaba a los
salesianos a moverse a voluntad ajena, como se
expresaba don Faustino Confortóla, esperando
siempre a que otros les prestaran sus pies. Por
las cartas que se conservan en nuestros archivos
sobre esta enojosa controversia, comprendemos muy
bien el alcance del lamento que salió de labios de
don Bosco:
-Fijaos, dijo al Director en el mes de abril
siguiente, cómo van las cosas. Antes de que don
Bosco enviase los salesianos a Florencia,
1 Véase Vol. XIII, pág. 719.
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