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y le aseguro que V. S., su dignísimo hijo Antonio,
don Enrique y demás familia participarán de las
oraciones comunitarias y privadas que se hacen
cada día en las Casas Salesianas.
Me encomiendo, en fin, a la caridad espiritual
de sus santas oraciones, mientras con todo mi
agradecimiento, tengo el alto honor de poderme
profesar en Jesucristo,
Seguro servidor
JUAN BOSCO, Pbro.
P.D. Confirmo cuanto mi encargado, el doctor
Cagliero, ha acordado respecto a la casa que ha de
abrirse en la ciudad de Utrera; espero que, con la
ayuda de Dios, todo estará preparado para el
próximo octubre, y que mis ((**It15.321**)) hijos
y suyos, los Salesianos, podrán partir para
entonces y estar en el lugar de la labor que la
divina Providencia ha preparado por su mano.
Niza, 26 de febrero de 1880.
Seguro servidor,
JUAN BOSCO, Pbro.
De la carta enviada al Arzobispo no conocemos
el contenido, pero tenemos ante nuestros ojos su
respuesta, escrita en italiano. El conocía esta
lengua, pues había hecho sus estudios en Italia.
Veneradísimo don Juan Bosco:
Mil gracias por su deseada carta del 26 del
pasado febrero. Me alegro en el Señor de que el
reverendo don Juan Cagliero y su compañero hayan
llegado contentos y felices de su viaje a Sevilla.
Yo también me alegro de haberlos conocido, y
confío que tendré en esta mi Archidiócesis
establecidos definitivamente a los queridos
Salesianos el próximo mes de octubre. Que Dios
bendiga esta fundación en España, cuyos frutos
recogerán nuestros sucesores, quedando nosotros
grandemente satisfechos de haber sido objeto de
los dones del Dador de todo bien.
Mis achaques siguen impidiéndome el descanso.
Cuando pueda realizar mi deseado viaje a Roma,
avisaré con tiempo y fijaré la fecha de nuestra
cita en Turín. Mientras tanto, saludo a don Juan
Cagliero y le agradezco su tarjeta, a la que
quiero sirva de contestación esta mi carta, igual
que le doy gracias por los periódicos de Marsella.
Me encomiendo a las oraciones de la
Congregación Salesiana y a las de usted, venerando
Padre, de quien me profeso
Humildísimo y
atto. seguro servidor
FR. J. Arzobispo de Sevilla
La apertura de la casa de Utrera debía, por
tanto, considerarse como cosa decidida. <(**Es15.282**))
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