((**Es15.27**)
Muy querido don Pedro Vallauri:
Ab amicis honesta sunt petenda (a los amigos
hay que pedirles lo bueno), ya lo sé. Pero debo ir
un poco más allá de la discreción.
He aquí de qué se trata. Me he comprometido a
enviar el 22 de este mes una expedición de
misioneros a América; diez religiosas y doce
salesianos deberán ir en ayuda de sus hermanos,
que están agobiados de trabajo, pero me encuentro
en la imposibilidad moral, por falta de medios.
Por tanto, >>no podría usted, por caridad,
proporcionarme de algún modo diez mil liras,
aunque sólo fueran prestadas? Servirían para
sufragar a sus parientes de las penas del
Purgatorio, ayudar a la Iglesia, sostener nuestras
misiones y sacarme a mí de apuros.
Le escribo con esta confianza, porque conozco
sus deseos de dedicar todos sus bienes a la mayor
gloria de Dios y la salvación de las almas.
Espero que Dios le conserve con buena salud; y
encomendando nuestros pobres muchachos a la
caridad de sus eficaces oraciones, me profeso en
J. C.
Turín, 3-1881.
Afmo. amigo
JUAN BOSCO, Pbro.
((**It15.19**)) El
periódico de más prestigio en Italia anunciaba la
próxima expedición 1 con estas palabras:
<>.
Como se acercaba el día de la partida, don
Bosco anticipó la conferencia que, por tradición,
se daba el día de san Francisco de Sales a los
Cooperadores, para hacerla coincidir con la
ceremonia de despedida, que tendría lugar el 20 de
enero. El Beato pronunció una plática sencilla y
apostólica, con su simpática elocuencia, que tuvo
pendiente
1 Se lee en Unit… Cattolica del 15 de enero de
1881: <>. En este número contaba el periódico
todos los que partían, esto es, además de los seis
salesianos y las ocho hijas de María Auxiiiadora,
destinados a América, otros seis, que iban a
Utrera, y a don Juan Cagliero que los acompañaba,
más la madre Mazzarello, y la madre Roncallo que
viajaron con una parte de las Hijas de María
Auxiliadora hasta Marsella.(**Es15.27**))
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