Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


((**Es15.257**) colegio de Randazzo 1. Sin seminario, no me atrevo a continuar en el episcopado. Todos abundan en medios para ello y yo no cuento con ninguno. Soy un mártir del deseo. Pero, sin mis queridísimos Salesianos, no puedo tener seminario>>. Quiso, además, <>, según su propia expresión, abrir su corazón a don Bosco 2. Trasladado de Siracusa a Mesina en 1875, se había encontrado allí con que, desde hacía ochenta años, no se pensaba en la buena formación del clero. El seminario estaba destruido en parte por los terremotos e incendios, y el resto del edificio, sucio y desordenado; los estudios eran incompletos y sin ningún cuidado, poquísimos los seminaristas y la disciplina y el orden estaban a cero. Es fácil colegir los resultados que se derivaban de este estado de cosas para toda la archidiócesis. ((**It15.290**)) <>. Había algún eclesiástico instruido, que había estudiado por su cuenta o en la universidad, cuando ésta tenía la facultad de teología; pero ninguno tenía idea de qué era un seminario y cómo se debía educar a la juventud. Monseñor había debido esperar cuatro años el exequátur, después de lo cual se había dedicado enseguida a mejorar las condiciones del edificio; pero estaba todavía por hacer todo lo relativo a la organización moral. Pensó, por tanto, que había que empezar por el principio, con clases elementales preparatorias y, después, el bachillerato; pero se necesitaban maestros y un director espiritual que se ocupase de toda la formación educativa. Había, sí, un Rector, pero residía fuera y no se ocupaba más que de <>. Aconsejado, además, por el Cardenal Bilio, invocaba Monseñor a los hijos del <> y suplicaba: <(**Es15.257**))
<Anterior: 15. 256><Siguiente: 15. 258>

Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


 

 

Copyright © 2005 dbosco.net                Web Master: Rafael Sánchez, Sitio Alojado en altaenweb.com