((**Es15.245**)puesto
en práctica el primero y más importante artículo
de la Concordia, sin demostrar la más mínima señal
de resquemor por la reprensión poco antes
recibida.
Eminencia Reverendísima:
Desde un principio creí que los siete artículos
de la Concordia, firmados por nuestro don
Francisco Dalmazzo, había que considerarlos como
un proyecto de avenencia, presentado por el
canónigo Colomiatti y que, por tanto, le era
permitido a la parte contraria dar y pedir
explicaciones. Pero, habiendo comprendido por la
respetable carta de V. Eminencia Rvma. que son la
expresa voluntad del Padre Santo, me he apresurado
a cumplir el primer artículo, que, como ha
manifestado V. E., es de mi primera y principal
incumbencia. Para norma de V. E. Rvma. le adjunto
copia de carta enviada al Rvmo. Sr. Arzobispo.
Dígnese V. E. seguir dispensándome su
benevolencia y rogando por mí y nuestra pobre
Congregación, expuesta actualmente a graves
situaciones.
Con la esperanza de poderle comunicar en breve
el éxito de la carta enviada al Sr. Arzobispo,
ruego a Dios que le colme de felicidad, mientras
tengo el honor de poderme profesar con toda
consideración.
De V. Em.¦ Rvma.
Turín, 8 de julio de 1882.
Atento seguro servidor
JUAN BOSCO, Pbro.
El Arzobispo, de acuerdo con el artículo
tercero, respondió a don Bosco con puntual
exactitud.
Reverendísimo Señor:
He recibido la carta de V. S., con fecha del 8
de julio de 1882, y estoy muy contento de poder
declarar que los sentimientos en ella expresados
me han proporcionado una gran satisfacción.
Por tanto, concedo el implorado perdón a V. S.
y a cualquier socio de la Congregación Salesiana,
que yo haya podido considerar que influyó en la
situación de las cosas por las que usted me
manifiesta su contrariedad; con mucho agrado,
olvido el pasado y reanudo mis buenas
disposiciones.
Más aún, renuncio a pedir ninguna acta de
declaración de condena de los opúsculos condenados
por mi Curia.
Y, además, como según su presente carta, cesan
las dos mías, una del 25 de noviembre y otra del
1.§ de diciembre de 1877, ((**It15.276**)) de
tener la finalidad por la que se escribieron,
entiendo que se me devuelvan y dejen de existir.
Igualmente, rehabilito con esta mía a don Juan
Bonetti, sacerdote salesiano, para confesar sin
restricción de lugar, porque cuento con la palabra
de V. S., según las instrucciones del Padre Santo,
que le han sido manifestadas y que V. S. ha
reconocido como paternales y sabias; y suprimo el
proceso incoado por mi Curia.
Doy gracias al Sumo Dios y al Augusto Pontífice
que, en las dificultades habidas, ha actuado como
buen Padre que es; y, en la confianza de que la
Congregación
(**Es15.245**))
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