((**Es15.239**)
contenida, cuando se le señalen los puntos o
proposiciones condenables ante la Iglesia.
6.° (Se acepta en su totalidad este artículo).
((**It15.268**)) 7.°
Tal declaración debería tener por consecuencia la
supresión del proceso incoado en la Curia
Arzobispal.
7.° Esta declaración, que ha de hacerse desde
luego, después que Monseñor haya concedido la
rehabilitación a don Juan Bonetti, deberá tener
por consecuencia la supresión del proceso incoado
por la Curia Arzobispal.
Estas contraproposiciones habían sido escritas
por don Juan Bonetti.
Una vez contrastadas proposiciones y
contraproposiciones, se unieron en un pliego de
conciliación, que se llamó Concordia. El 15 de
junio recibieron una llamada del cardenal Nina,
don Francisco Dalmazzo y el canónigo Colomiatti:
les dio a leer el documento que debían firmar lo
antes posible, con la facultad, sin embargo, de
exponer cada uno sus propias consideraciones. Don
Francisco Dalmazzo hizo notar que si, por una
parte, había motivo para estar contentos por
cuanto se había hecho en favor de don Bosco, por
otra, le dolía la conclusión referente a don Juan
Bonetti. En tal sentido, escribió a Su Eminencia
aquella misma tarde; pero siendo aquella la
voluntad del Papa, sus quejas no tuvieron efecto.
Pidió entonces firmar con la reserva debidamente
concebida. Negóse el Cardenal, le impuso que
firmara y don Francisco Dalmazzo firmó. Hecho
esto, Su Eminencia le explicó con toda claridad
las razones que le habían inducido a obrar así. El
Papa esperaba con aquella suave medida atraer el
Arzobispo y hacerle cambiar en toda la línea,
especialmente en materia de doctrina; parecía,
además, que Colomiatti se lo había prometido. En
segundo lugar, el Papa había tenido en cuenta la
mordacidad de ciertas cosas escritas por don Juan
Bonetti acerca del Arzobispo en el Boletín
Salesiano, con lo que mostraba su espíritu
batallador, del que era una prueba la carta que le
había dirigido a él 1. Y ahora he aquí el texto de
la Concordia.
((**It15.269**)) La
Santidad de Nuestro Señor, considerando que las
varias cuestiones, surgidas hace algún tiempo
entre el señor Arzobispo de Turín y la
Congregación de los Salesianos son fuente de
rencillas y roces con mengua de la autoridad y
asombro de
1 En la carta de don Francisco Dalmazzo (18 de
junio de 1882), en donde se refieren estas cosas,
don Juan Bonetti apostilló más tarde la siguiente
nota: <>.
(**Es15.239**))
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