((**Es15.221**)
a don Juan Bonetti. >>Por qué, pues, no ha
reproducido esta declaración tan comprometedora?
La parte contraria tiene derecho a conocerla, para
examinar si no fue adulterada, al pasar por manos
interesadas.
Aquí debería añadir que el 26 de mayo de 1879,
el Arzobispo me hizo llamar y, de común acuerdo,
se arregló la cuestión a satisfacción; pero, al
día siguiente, muy de mañana, me envió una carta
en la que se desdecía de todo lo acordado la tarde
anterior. Debería añadir, además, que, desde el
mes de diciembre de 1877, mientras él escribía e
imprimía artículos para denigrar a nuestra pobre
Congregación, me amenazó con la suspensión ipso
facto incurrenda, si por medio o por medio de otro
escribiese cualquiera cosa desfavorable para él,
aunque fuera en mi legítima defensa o la de los
míos.
A este propósito, ya que tengo la suerte de
escribirle, suplico humildemente a V. E.
Reverendísima tenga la bondad de hacer retirar
dicha amenaza de suspensión que, desde hace cuatro
años, pende sobre mi cabeza como la espada de
Damocles.
Eminencia Reverendísima, aún tendría que
decirle más cosas; ((**It15.246**)) pero
la cosa urge, y, estos días, me escasea el tiempo
por la razón que antes dije.
Al pedirle disculpa por tanta incomodidad,
ruego a V. E., y por su medio a todos los
Eminentísimos jueces, que quieran dedicar su
iluminada consideración a la cuestión principal,
esto es, a la suspensión impuesta don Juan
Bonetti, dejando aparte la cuestión de los
opúsculos para tiempo más oportuno.
En la confianza de que V. E. Revma. me otorgará
su benigna compasión y empleará su gran bondad,
como hasta ahora lo ha hecho, con la naciente
Congregación Salesiana, expuesta a tan dolorosas
pruebas, pido a V. E. su valiosa protección y me
profeso con todo afecto y profunda veneración
De V. E. Rvma.,
Turín, 10 de diciembre de 1881.
Muy
reconocido y humilde Hijo,
JUAN BOSCO, Pbro.
Los sucesos se precipitaron. El 17 de
diciembre, decidía la Sagrada Congregación del
Concilio la suspensión del juicio de mérito en la
causa de don Juan Bonetti para invitar a las
partes a una conciliación.
Esto era para don Juan Bonetti una media victoria;
he ahí que la parte contraria necesitaba
apresurarse para evitar el mal efecto que la
noticia produciría en Turín.
>>Y qué se les ocurrió? Antes de que llegara la
notificación oficial, se enrede a don Juan Bonetti
en un proceso criminal. Las comunicaciones de Roma
no se terminaron hasta el 22. El 20 se citó a don
Juan Bonetti para que compareciera ante el
tribunal eclesiástico y respondiera del delito de
difamación por medio de la prensa, con el libelo
El Arzobispo de Turín, don Bosco y don Oddenino,
según la denuncia del teólogo Sorasio, que era
promotor fiscal de la Curia, siendo juez delegado
el canónigo Colomiatti. Este tribunal figuraba
constituido, desde el 22 de junio. Se concedían
treinta días de término para que se
(**Es15.221**))
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