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Eminencia Reverendísima:
íCuánta bondad se digna tener V. E. con esta
pobre Congregación! Se lo agradezco de todo
corazón. Hasta ahora, no he recibido ninguna carta
de la Sagrada Congregación del Concilio; pero,
apenas llegue a mis manos, cumpliré fielmente los
paternales consejos que V. E. se digna darme. Con
todo, será difícil llegar a una conclusión. Tiempo
atrás, ya me llamó por tres veces el mismo
Arzobispo, pero nuestra entrevista terminó siempre
con una reprimenda y tratándome de mentiroso. A
pesar de todo, estoy dispuesto a volver de nuevo y
espero no ser ocasión de altercado. Parece, sin
embargo, que los preparativos no son de buen
presagio. El 17 de este mes se propuso un arreglo.
El 20 se envió ((**It15.220**)) un
aviso con el que hace retornar la causa de don
Juan Bonetti a su origen y en términos ciertamente
poco pacíficos 1. El 23 del mismo mes, los
seminaristas del Seminario de Turín, que fueron
alumnos nuestros, pidieron permiso para venir a
felicitar las pascuas a don Bosco, que les hizo de
padre espiritual y material; pero, este año, se
les prohibió hacerlo, lo mismo en corporación que
aisladamente 2.
Ayer un antiguo alumno nuestro, hoy sacerdote
en el Seminario 3, pidió al Rector permiso para
visitar y hablar a don Bosco y le expuso el deseo
que abriga, hace muchos años, de hacerse
salesiano, con ánimo de ir a las Misiones
extranjeras. Obtuvo una paternal respuesta muy
poco paterna, terminando con estas palabras, que
le ruego me permita transcribir textualmente:
-<>. Espero que, con un acto de contrición,
se pueda obtener fácilmente el perdón del pecado
cometido al hacerse salesiano e ir a las Misiones
extranjeras.
De todas partes vienen amigos a condolerse
conmigo de que el Arzobispo está publicando que ha
obtenido una victoria completa sobre don Juan
Bonetti, don Bosco y todos los Salesianos.
De todas formas, siempre estuve dispuesto, y
sigo estándolo a hacer cualquier sacrificio, con
tal de que se pueda poner fin a un asunto que me
hace perder tanto tiempo.
Le ruego me perdone la confianza con que
escribo y me permita que, con profunda veneración,
tenga el honor de profesarme,
De V. E. Reverendísima
Turín, 28 de diciembre de 1881.
Seguro servidor
JUAN BOSCO, Pbro.
1 De esto se hablará en el capítulo siguiente.
2 Carta del seminarista Bartolomé Gillio a don
Juan Bonetti (23 de diciembre): <>.
3 El reverendo Cravero.
(**Es15.199**))
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