((**Es15.187**)
aclarar temidos equívocos. Casi una semana después
del encuentro, escribió así al Canónigo:
Ilustrísimo señor Canónigo Colomiatti, Abogado
fiscal:
De acuerdo con su consejo, durante el curso de
esta semana, he pensado, he rezado y también he
consultado a persona muy encariñada con nuestro
Arzobispo sobre nuestra cuestión.
Pero me he convencido cada vez más de que el
acta del Arzobispo no corresponde a lo que
nosotros habíamos acordado; deja a don Juan
Bonetti en el estado en que se encontraba y no
revoca en nada los papeles enviados a Roma a cargo
del que suscribe y de nuestra pobre Congregación.
Todo lo cual se ve confirmado por la actitud que
el mismo señor Arzobispo mantiene con nosotros,
como usted bien conoce 1.
Quizás, si usted hubiera cumplido lo acordado,
de considerar mi escrito como algo confidencial
para usted, haberlo hecho ver y después
comunicarme el sentido de lo que se quería unir a
él, la cuestión habría podido arreglarse con
alguna modificación; pero no fue así. Por el
contrario, me dijo usted que no se cambiaría una
palabra de lo que se escribió.
Así las cosas, no veo más salida que dejar a la
Santa Sede que resuelva mis fallos y mis razones,
que anticipadamente acepto de buen grado,
cualesquiera ellos fueren. Creo que también
Monseñor estará contento, ya que es una Autoridad
Superior la que concede y limita los poderes y
regula el ejercicio de los mismos.
Particularmente, con todo, le aseguro que
siempre tendré la satisfacción de profesarme.
De V. S. Ilma. y Rvma.
Turín, 11 de junio de 1881.
Su seguro servidor
JUAN BOSCO, Pbro.
((**It15.206**))
Mientras tanto, también don Juan Bonetti había
escrito a Roma, explicando a monseñor Verga de qué
manera y por qué motivo se había apañado el plan
de conciliación, enviado al cardenal Caterini 2.
Es cierto en una palabra que, cuando uno tiene
voluntad sincera de llegar a una transacción, hace
alguna concesión a la parte contraria; pero,
pretender el arreglo de un asunto sin querer saber
de concesiones, no es buscar una solución, sino
únicamente pretender el conseguimiento del propio
interés.
Monseñor Gastaldi, al ver la decisión de don
Bosco, encargó formalmente al abogado Menghini se
hiciera cargo de su defensa 3. Más
1 Hace alusión aquí a la negativa de ir a
Valsálice para la confirmación y a la obligación
impuesta a don Juan Bautista Francesia de
presentarse a examen de teología moral. Véase más
atrás pág. (153).
2 Véase Apénd. Doc. Núm. 16.
3 La carta, ni por pienso desapasionada, pudo
ser copiada por don Fco. Dalmazzo y remitida a
Turín (Apénd. Doc. Núm. 17).
(**Es15.187**))
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