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algunos meses. Pero el padre, lleno de fe, se
trasladó a Turín el 24 de mayo, rezó con fervor a
María Auxiliadora y, al volver a casa, encontró a
su hijo completamente restablecido; tanto que, el
día de la fiesta de 1881, lo llevó al Oratorio
para que desempeñara un papel reservado
ordinariamente a los mayores. El niño, con su fino
porte, se ganó las simpatías de todos 1.
La gran solemnidad se celebró sin pontifical,
pero no sin obispo. Los días 28 y 29 de mayo se
debía festejar en Milán el jubileo sacerdotal del
Arzobispo, monseñor Luis Nazari, de los condes de
Calabiana, con asistencia del episcopado ((**It15.173**)) de
Lombardía y Piamonte, ya que el festejado era
piamontés y había sido obispo de Casale 2.
Monseñor Pampirio pasó por Turín, camino de Milán,
y se alojó en Santo Domingo, con los frailes de su
Orden, y fue, por devoción particular, el 24 por
la mañana, a celebrar la misa en la iglesia de
María Auxiliadora, donde había predicado en otro
tiempo. Naturalmente, don Bosco hizo que celebrase
la misa de comunidad y comunión general. Pero el
Ordinario, apenas. lo supo, escribió a Monseñor
una carta de reproche, diciéndole que no podía
permitir su presencia en la iglesia de María
Auxiliadora. Cuando el Obispo de Alba volvió a
Santo Domingo y se encontró con la carta
arzobispal, envió enseguida una tarjeta a don
Bosco comunicándoselo; después respondió al
Arzobispo que no haría ninguna otra función
religiosa más que el panegírico de la Virgen por
la tarde, ya que así se había anunciado, rogándole
no pusiera para ello ningún impedimento, por el
escándalo que se originaría, al divulgarse la
cuestión entre el inmenso público que acudía a la
solemnidad. El Arzobispo consintió, contra su
voluntad, que predicara el panegírico, pero se
mantuvo firme en cuanto a lo demás, no
permitiéndole que impartiese la bendición.
Aunque era un día laborable, la riada de gente
duró del alba hasta avanzada la noche, cuando una
multitud innumerable se volcó por todas las
cercanías del templo, para asistir al espectáculo
de la primera
1 Una hermana del agraciado, religiosa del
Sagrado Corazón, os mandó una relación del
prodigio, en marzo de 1934 (Apéndice, Doc. núm.
11). Había sido también publicado, por LEMOYNE, en
La Madre de las Gracias, Sampierdarena, 1881, pág.
155 y en el Boletín Salesiano de julio de 1881.
2 Reconocido don Bosco a la benevolencia con
que monseñor Calabiana había recibido en 1867 a
los salesianos, cuando fueron para abrir el
colegio de Mirabello en su diócesis de Casale y a
las muchas pruebas de afecto que les prodigó en
todo tiempo, le envió, el 29 de mayo, este
telegrama: <>. El insigne Prelado le
contestó: <>.
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