((**Es15.115**)
posible, ya le comunicaré los detalles al respecto
(... ). Todos le esperan para el tiempo señalado,
todos los días se reza por la mejoría de su salud
y este pobre, pero afectísimo suyo, no deja de
tener un recuerdo especial en la santa misa>>.
El 8 de abril vuelve sobre el tema: <((**It15.122**)) porque
me he visto obligado a abandonar la
correspondencia epistolar, salvo para lo
estrictamente confidencial. Ya se ha determinado
que la consagración de la iglesia del Sagrado
Corazón se realice definitivamente el 13 de mayo.
Yo me veo obligado a hacer el viaje por etapas
cortas, pero espero estar en Roma aquel día y
encontrarles allí a los dos con buena salud y
poder hablar tranquilamente de nuestras cosas.
Desde Roma, volveremos a Turín para la fiesta de
María Auxiliadora el 24 de mayo. Veremos nuestras
cosas y hablaremos de ellas>>.
Mas, por desgracia, también la salud del Conde
empeoraba: su mal de corazón le atormentaba mas
que nunca. Ante tal noticia, le escribía don Bosco
el día 12:
<>.
Pero don Miguel Rúa daba al Conde, en una
posdata, noticias poco alentadoras sobre la salud
de don Bosco. La idea de trasladar la fecha de la
consagración, como don Bosco habría querido para
posibilitar la asistencia de los Conde Colle, no
se podía efectuar, porque ya era demasiado tarde,
como observaba don Miguel Rúa, pues se había
publicado que se celebraría el 14 de mayo.
El viaje de don Bosco fue muy lento. Apenas
llegó a Roma, se apresuró a escribir el 1 de mayo:
<((**It15.123**)) mucho
por su salud. Sin embargo, tengo plena confianza
de verle en Turín, porque no es posible hacer la
fiesta de María Auxiliadora sin que esté usted
presente. Hablo así, siempre y
(**Es15.115**))
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