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Pues bien, voy a divertirle con la historia del
asunto. El Padre Santo no me ((**It15.111**)) ha
pedido nunca dinero en casos semejantes. Esta vez
me dijo el Sumo Pontífice hace unos meses:
-Ya está todo. Sólo falta que vayáis a S. E. el
Secretario de Estado,
Este también me decía siempre:
-Todo está listo.
Pero no me entregaban nunca el Breve.
Finalmente se presentó mi Procurador General en
Roma al Cardenal Jacobini, pidiendo le aclarara la
razón de todo esto. Y aquél le respondió que se
requerían doce mil francos. Se hicieron unas
protestas; se procuró hablar con el Padre Santo y,
finalmente, se redujo la cantidad a seis mil
francos. Después el encargado del asunto quiso su
parte, y dijo que se le debía la tasa de
quinientos francos.
Para quitar de en medio dificultades y retrasos
hice pagar todo lo que se debía pagar, a saber,
seis mil quinientos francos.
Pero don Bosco, por querer actuar como un gran
señor, se quedó en la indigencia y acudió a usted
en demanda de caridad; y usted, inspirado
ciertamente por Dios, le ha mandado precisamente
seis mil francos.
Ya está todo pagado y usted no debe nada a
nadie, fuera de la paciencia que don Bosco le ha
hecho gastar para leer esta historia.
Buenos días, mi querido señor Conde, y mi amigo
en el Señor por siempre. Que la Santísima Virgen
proteja a usted y a la señora Condesa Colle y
conserve a los dos en óptima salud largos días y
les dé al fin, y a mí con ustedes, la gloria del
Paraíso con nuestro querido Luis para siempre. Así
sea.
Pida también por este pobre sacerdote siempre
suyo en J. C.
Turín, 13 de diciembre de 1882.
Como un hijo
JUAN BOSCO, Pbro.
El Conde le envió a vuelta de correo seis mil
quinientos cincuenta francos 1.
<>qué puedo hacer
para agradecérselo? No tengo nada ((**It15.112**)) para
darle, ni sé qué puedo hacer para su digna
recompensa. Sólo una cosa me queda y se la daré
con todo el corazón. La noche de Navidad, si Dios
quiere, celebraré las tres misas
1 Los cincuenta francos de más, quedan
explicados con estas palabras de la carta, con que
don Francisco Dalmazzo acompañaba el duplicado:
<>. Se acostumbra señalar estas tasas al
dorso del documento, donde, por tanto, leyó el
Conde lo de los cincuenta francos.
(**Es15.106**))
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