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reunirse con sus familiares, tan perfectamente
curada como para volver a reanudar sus
acostumbradas ocupaciones 1.
Un viento furioso acompañado de lluvia
torrencial, obligó a don Bosco a prorrogar su
estancia en el colegio un día más, impidiéndole
ponerse de viaje para ir a ver al obispo de Padua,
como había determinado. Así pudo dar una
conferencia a los Cooperadores salesianos de
Este... Habló en un salón del colegio ante un
numeroso auditorio de eclesiásticos, y nobles
señores. Terminada la conferencia, pasaron a la
capilla para la bendición, y ninguno quiso
marcharse sin antes besar la mano a don Bosco,
recibir su bendición y oír una palabra de
consuelo. Muchísimos le besaron el manteo o la
sotana.
Hasta entonces las conferencias salesianas
habían sido preparadas y pronunciadas siempre por
el mismo don Bosco en Este, en Roma dos veces, en
Turín, en Marsella, Niza, Alassio, Lucca; mas he
aquí que una relación impresa, fechada a 25 de
marzo le informaba que los Cooperadores de Módena,
reunidos según las normas establecidas, habían
tenido su conferencia en la ((**It14.107**))
iglesia de la Bienaventurada Virgen del Paraíso.
El hecho es digno de ser recordado, por ser la
primera vez que, en un gran centro, los
Cooperadores organizaron por sí mismos las
actividades de la asociación; lo cual indica
claramente lo bien encaminada que estaba en
aquella ciudad; por lo tanto, no hay que
mencionarlo solamente como de pasada.
El Arzobispo, monseñor José María Guidelli, de
los condes Guidi, cooperador salesiano desde
algunos años atrás, se hizo representar en la
conferencia por su vicario general, monseñor
Próspero Curti. El prior de Santa Inés, don
Enrique Adami fue el orador designado. Descritos
los nuevos peligros, que corría la juventud,
señaló a don Bosco como el hombre suscitado por
Dios para salvarla por medio de la Congregación
Salesiana, cuya historia expuso brevemente; habló
después de los Cooperadores salesianos, qué eran y
qué hacían, y resolvió una dificultad. >>Faltaban
acaso en Módena instituciones juveniles de
carácter popular? >>Era tal vez deficiente el celo
de los fieles para ayudar al clero? >>A qué, pues,
una nueva unión? Y respondió:
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