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prudencia le enseñaba a tratar los negocios con
sabiduría, su virtud lo guiaba hasta alcanzar las
metas deseadas en silencio y sin darse a ver.
Seguía urgiéndole a don Bosco encontrarse en el
Oratorio para semana santa, que ya podía
considerarse casi inminente; pero, era algo largo
el rodeo, que se había propuesto hacer a su
regreso. Salió de Roma el día 28 de marzo por la
mañana, camino de Florencia, para encontrarse en
la estación de Orte con don Juan Bonetti, al que
había dejado en Magliano. En la capital toscana
damos con nombres que pertenecen a los anales de
la cooperación salesiana, los Nerli, los
Uguccioni, el dominico padre Verda, menos
conocido, pero gran propagandista de las Lecturas
Católicas y de la Biblioteca de clásicos
italianos. El Beato, junto con sus dos compañeros
de viaje, fue huésped de la marquesa Nerli, que
los mandó a esperar con su coche. Satisfizo la
piedad de la marquesa Uguccioni, que estaba
enferma, yendo a celebrar en su oratorio privado,
visitándola y platicando con ella de cosas
espirituales. Celebró también en el monasterio de
Santa María de los Angeles, donde se conserva el
cuerpo de santa María Magdalena de Pazzi y,
después de la misa, dirigió unas palabras de
consuelo a las pobres monjas, víctimas de las
expoliaciones sectarias.
En casa Nerli le visitaron muchas personas,
entre las cuales la condesa Digny. Se dio prisa
para ir a saludar al Arzobispo, monseñor Cecconi,
que lo recibió con alegría, y le dijo:
-Me pongo en sus manos por lo que toca a la
casa para muchachos pobres que se propone abrir en
Florencia. Dígame qué debo ((**It14.100**)) hacer
y yo haré todo lo que me diga.
Aludía con estas palabras a las primeras
gestiones de una obra que iba a establecerse en
aquella ciudad.
Desde Florencia pudo, por fin, escribir de su
puño y letra una carta al canónigo Guiol, que le
había enviado a Roma una breve monografía, escrita
por su coadjutor Mendre, acerca de don Bosco y su
Congregación 1.
Queridísimo Señor Cura-párroco:
He recibido el opúsculo del reverendo Mendre.
Es un trabajo clásico en su género. Pero me he
ruborizado más de una vez ante los grandes elogios
que tributa a mi pobre persona. Todo sea para la
mayor gloria de Dios y en favor de la Obra que se
1 L. MENDRE, prêtre, Don Bosco Prêtre,
Fondateur de la Congrégation des Salésiens. Reseña
de su obra. El oratorio de san León en Marsella y
los oratorios salesianos fundados en Francia,
Marsella, Tip. de Mario Olive, 1879.(**Es14.93**))
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