((**Es14.80**)((**It14.84**)) Sólo
hemos podido encontrar tres cartas fechadas en
Roma y firmadas por don Bosco; todas ellas fueron
escritas al dictado por los secretarios, a causa
de la vista. La primera está dirigida al abate
Guiol. Nos da a conocer que en esta ocasión dio
los primeros pasos en Roma para obtener la
facultad de abrir un noviciado en Marsella. Parece
que es de este año la carta escrita en francés,
probablemente por el conde Cays, y dirigida al
Superior General de la Gran Cartuja de Grenoble,
rogándole que pusiera el futuro noviciado de
Marsella en el número de las obras atendidas por
su caridad. La copia que ha llegado hasta nosotros
no lleva fecha 1. He aquí la que va dirigida al
párroco marsellés:
Queridísimo señor Párroco:
He recibido con verdadero agrado su amable
carta del 26 de febrero, en la que incluía los
informes para el señor Obispo de Marsella con
respecto al noviciado. Está muy bien. En la Santa
Sede no hay dificultad. Este es ya un gran paso,
Dios nos ayudará en lo demás. En cuanto a la
casita junto a nuestro Oratorio, creo que podemos
hacer así: la compra a nombre de la sociedad
Beaujour, el señor abate Constant retardará su
cobro, pero a nuestro cargo, de modo que, si lo
cree oportuno la administración de la Sociedad,
pagará los trece mil francos pedidos por este
contrato, y yo, a su tiempo, los abonaré a quien
corresponda.
Para su norma, a mediados del corriente mes de
marzo, saldrá para Francia el sacerdote Francisco
Cerruti, Director del Colegio de Alassio, en
calidad de Inspector y procurador general. El
visitará todas nuestras casas, y probablemente,
con don José Ronchail tomará todas las decisiones
que sean del caso.
Alabo y apruebo la gestión de los empresarios
para la ampliación de nuestro Orfanato.
la tarde volvió a verse con el secretario de
Estado, que aceptó ser Protector de la
Congregación salesiana y hacer cuanto fuera
necesario; después, visitó a monseñor Boccali
llevandole una botella del año 1800
aproximadamente. Entregó al Cardenal Secretario de
Estado tres memorias, una sobre las misiones de
América, otra sobre las misiones de Europa contra
los protestantes y la tercera petición de algunos
privilegios.
>>Al volver a casa, bendijo a los de Albano y
Ariccia, y luego, con el clérigo Varvello, fue a
cenar a eso de las ocho con el caballero Carosio,
subgobernador de Roma. Hubiera tenido que asistir
también el caballero Gilardini, refrendario en el
Consejo de Estado, pero no pudo acudir. Así, el
caballero Carosio pudo hablar con mas libertad, al
estar solo con don Bosco, sobre el proyecto de
abrir una casa salesiana en Roma. Este señor es
piamontés. Quizá de la comarca de Ovada>>.
Dice que <>, porque había estado ya con él el día
anterior, y algunas otras veces. Envió el regalo
al Cardenal después de la visita de la mañana,
mediante un mensajero que fue don Juan Rinaldi que
ya era conocido por Su Eminencia; a monseñor
Boccali le entregó el obsequio él mismo en
persona. Eran modos acostumbrados por don Bosco
para manifestar su gratitud. En esta ocasión quiso
dar las gracias al Cardenal por haber aceptado ser
Protector, y a Monseñor por la audiencia que le
había obtenido. Estas botellas de vino añejo y
generoso las recibía de nobles familias de Turín
para mejorar su salud, pero él las reservaba para
otros servicios.
1 Véase: Apéndice, doc. núm. 12.(**Es14.80**))
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