((**Es14.721**)
3.° Palabras de don Bosco: -No se prohíbe tomar
alguna vez una manzana o un melocotón del huerto,
pero se prohíbe hacerlo sin moderación. Don Bosco
no quiere el desorden. Es vergonzoso ver a ciertos
individuos ir a comer fruta, como si estuvieran
muertos de hambre. Quiero que los frutos del
huerto se sirvan en el comedor. Por este motivo,
he hecho cercar el huerto de Trofarello. Y,
además, debemos abstenernos de este abuso para dar
buen ejemplo a las personas de servicio. Una falta
de ellos en esta materia sería castigada
rigurosamente, incluso con la expulsión. Todas las
tardes, explíquense a éstos las reglas de la
Sociedad y es necesario que el Prefecto pueda
presentarles como modelos a los clérigos.
4.° Cuando un clérigo tiene ya un oficio y se
le da otro incompatible con el primero, avise a
quien corresponda y lleve con caridad la
inadvertencia.
5.° No aceptar nunca comidas fuera del colegio,
principalmente en casa de los muchachos. La
experiencia enseña que se pierde en aprecio y
dignidad, porque se observan todos nuestros actos
y el dueño de casa observa si sabemos estar en
sociedad. Y, además, aunque no nos encontremos en
otros embrollos de conversaciones poco prudentes,
se nos piden excepciones a los reglamentos,
rebajas de pensión, etc. Las enemistades nacen de
la demasiada confianza tenida anteriormente. Don
Miguel Rúa, convaleciente, después de mil
invitaciones, aceptó dos comidas con padres de
alumnos, cuando se encontraba en Trofarello y le
costaron dos rebajas de pensión.
6.° Un clérigo no diga jamás una mentira. El
que no dice la verdad al superior, comete una gran
falta; y un director se vio ((**It14.844**))
comprometido en su honor, fiándose de las palabras
de un clérigo que había mentido.
7.° Las personas de casa son nuestros hermanos
y no siervos, principalmente por los votos hechos.
Ninguno tiene derecho a mandarles, fuera del
superior y del encargado por éste. Como se respeta
al maestro en clase, así ha de respetarse al
cocinero en la cocina, al jardinero en el jardín.
Si faltan al respeto debido a los clérigos,
infórmese al Superior, mas sin crear problemas.
Ninguno compre, por medio de otros, fuera de casa,
cosas sin permiso. Sería dar escándalo y abrir la
puerta a los abusos.
B
Reglas generales para todos con el fin de que los
alumnos estén contentos en el
colegio y conserven grato recuerdo
IN OMNIBUS TE VOLO CHARITATEM HABERE (Quiero que
tengas caridad en todo)
1.° Háblese siempre bien del Oratorio. Jamás
hablemos de ciertos desórdenes o fallos que
suceden en la alimentación, locales, asistentes,
etc.
Dado el caso de que los alumnos estuviesen al
tanto de algo, respondamos que no sabemos nada de
lo que dicen.
-Debemos respetar y amar el Oratorio como a
nuestra madre y ocultar siempre sus defectos.
-Nuestros maestros fueron educados en él, dirán
nuestros muchachos, y por tanto nos despreciarán
si hablamos con ligereza. -Nuestra fama va unida a
la del Oratorio. -Nuestros alumnos contarán
después en sus casas cuanto nosotros hayamos
dicho. -El hablar mal del Oratorio hace que los
alumnos de colegios particulares se formen una
idea triste e ingrata y, si los padres quieren
mandarlos a Turín, lloran como si fuese un
castigo. -Vienen aquí a disgusto y ése es un
motivo del fracaso de muchos.
(**Es14.721**))
<Anterior: 14. 720><Siguiente: 14. 722>