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AVISOS PARA EL TEATRO
1.° Don Bosco no permite que los clérigos
representen en los oratorios y en los colegios.
2.° Los muchachos que recitan empiezan a
volverse soberbios y a recalcitrar contra el
reglamento; por lo tanto, no alabarlos nunca, como
si hiciesen maravillas; ni siquiera por broma. Un
<<íNo está mal!>> es suficiente.
3.° No permitir y estar atentos para que los
actores no se ausenten de la iglesia o del
estudio. El maestro, en ciertas ocasiones, sea
indulgente si la tarea escolástica no está
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terminada, pero, antes, cerciórese de si realmente
el alumno no tuvo tiempo de hacerla.
4.° El director de escena no permitirá que los
actores vayan a estudiar su papel al patio o al
dormitorio, sin que esté el asistente presente.
Este es un tiempo peligroso.
5.° Terminada la representación o los ensayos
no se paren haciendo corrillos; no se permitan, de
ninguna manera, ciertas cenas; no se dé vino sin
permiso. El que fuese causa de estos desórdenes,
tendrá que dar cuenta a Dios.
EN EL RECREO
1.° Es obligación de todos los clérigos y
sacerdotes pasar el tiempo del recreo, en medio de
los muchachos, y mantener animados los juegos. El
Señor les recompensará el fastidio que
encontrarán.
2.° En todo corrillo, métase hábilmente un
clérigo. Téngase presente que, si no se hace así,
las malas conversaciones corromperán los corazones
o, al menos, estarán a la orden del día las
murmuraciones contra el maestro, el compañero, el
asistente. Venzamos la repugnancia que el demonio
nos mete en el corazón para impedir este mal.
3.° El tiempo más peligroso es el demonio
meridiano; y la noche, si los patios no están
iluminados. Los lugares son: los rincones más
apartados del patio; los huecos de las ventanas,
los servicios y los corrillos que tal vez se
forman cerca de éstos. Don Bosco no quería, de
ningún modo, que hubiese en los patios bancos para
sentarse. Prudencia, sin embargo, en la
vigilancia.
4.° Ténganse bien vigilados los lugares
indicados y manifiéstense al director aquellos en
los que se pararan con demasiada frecuencia.
Cuando dos pasean solos, atentos. Cuando uno pasea
solitario en el recreo, atentísimos; acérquese el
Superior y pregúntele cómo está, si tiene algún
disgusto, etc., etc...
ALMACEN DE LIBRERIA
1.° Con prudencia, dense los objetos de clase a
todos los alumnos indistintamente. Incluso las
Lectturas Católicas distribúyanse a todos, también
a los que no tienen depósito, e igualmente el
Joven Instruido (el Joven Cristiano).
2.° No se vendan libros, juguetes, estampas a
quien no deposite el propio dinero; no se envíen a
encuadernar libros, si no son de clase y por
extrema necesidad; no se suscriban a la biblioteca
de la juventud sin permiso de los padres; no se
den sellos, ni fruta. Todas estas cosas páguense
con moneda corriente del depósito del alumno.
3.° En cuanto al Joven Instruido, el catequista
lo firme en la primera página y exija se conserve
limpio, no roto y, de tanto en tanto, vea en qué
estado se encuentra.
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