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en explicar palabra por palabra las respuestas. El
mover los afectos toca al predicador. No nos
dejemos arrastrar por la pequeña vanidad de
hacernos alabar, porque decimos cosas bonitas. El
Señor nos pedirá cuenta de si hemos instruido a
los muchachos y no si los hemos divertido.
3.° No apartarse nunca del catecismo para hacer
ostentación de ciencia teológica. Explicarlo
fielmente a la letra. Los muchachos no entienden
ciertos razonamientos y caen en el error o se
escandalizan. El catecismo breve no es solamente
símbolo de la fe, sino también regla de conducta
para obrar. Por lo tanto, admítanse pura y
sencillamente sus teorías, sin añadir ni quitar
nada. Para los muchachos, el catecismo breve debe
ser como la Biblia o santo Tomás para los
teólogos. Es el compendio de la ciencia adaptado a
su edad. No nos creamos más doctos y más prudentes
que los santos obispos que lo redactaron. Por
ejemplo: el catecismo dice que los pecados dudosos
deben confesarse como dudosos y los ciertos como
ciertos. Los teólogos sostienen que no estamos
obligados a confesar los pecados dudosos; pero
sabrán los muchachos >>qué quiere decir pecado
dudoso? No, antes bien, meterán ((**It14.839**)) entre
los dudosos, ciertos pecados de los cuales tienen
más vergüenza y, de ahí, los sacrilegios. Y así
sucesivamente.
4.° Si el catequista tiene un puesto en alto,
desde donde poder ver a todos los muchachos, esté
sentado, pero, si está al mismo nivel que los
muchachos, permanezca en pie.
REGLAS PARA EL ESTUDIO
1.° Estar atentos a los libros que leen los
muchachos e inspeccionar con frecuencia los
pupitres y examinar los cuadernos. Observar si
alguno, al terminar el estudio, cierra y guarda
libros en el bolsillo.
2.° Observar si hay demasiada amistad entre
jóvenes vecinos y avisar al consejero escolástico
para que los cambie de lugar.
3.° Exíjase que todos tengan las manos sobre el
pupitre, por educación, porte respetuoso y
prohibición de jugar. Pero siempre prudencia y
sencillez, al dar este aviso.
4.° No se permite que varios jóvenes salgan al
mismo tiempo para sus necesidades y sólo el jefe
(asistente) conceda el permiso.
5.° Impídase absolutamente pasarse papelitos.
No se admitan pretextos o necesidad de pedir
libros, cuadernos, explicaciones de lecciones.
Todos deben tener lo necesario para estudiar.
Atentos a las cartitas cariñosas que, casi
siempre, se escriben y se pasan durante el
estudio. Cuando se encuentre alguna, entréguese al
consejero escolástico, que castigará con severidad
al culpable como trasgresor del deber de estudiar.
Atención a ciertas señas, a ciertos telégrafos y a
los alfabetos convencionales.
6.° Se sabe que muchos desórdenes morales
empezaron por ciertas palabras leídas en el
diccionario. Con este arte, un muchacho busca la
manera de explorar el corazón de un compañero y
conocer sus inclinaciones. Si uno pasa a otro un
vocabulario señalado, y a veces con una señal
sobre una palabra indiferente que precede a la
maliciosa, obsérvese la expresión de quien la
recibe. Si se puede impedir este mal, se obtendrá
una gran victoria.
7.° Todos los asistentes consideren como un
deber manifestar toda sospecha.
8.° Vigílense los que salen del estudio durante
el tiempo de las confesiones.
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