((**Es14.713**)
E
Ilustrísimo Señor:
He recibido el telegrama comunicando la grave
enfermedad de mamá y he puesto enseguida una
intención particular en los ejercicios de piedad
que se hicieron ayer; durante nueve días se
celebrará una misa en el altar de María
Auxiliadora, con oraciones a propósito. Unase V.
S. en espíritu y confiemos en la bondad de María
Auxiliadora.
Si mamá está bastante tranquila, recuérdele la
renovación de la promesa hecha en Retorbido cuando
estaba enferma, promesa hecha y a cumplir, si se
hubiese levantado de la cama. Pero, si la
enfermedad es todavía grave, no le hable de ello.
Anime al señor Marqués Ignacio y dígale que
nosotros rezamos por la perfecta recuperación de
su salud y que la Santísima Virgen lo espera para
realizar todavía muchas obras, que son para la
mayor gloria de Dios.
El domingo por la tarde o el lunes por la
mañana salgo para Alassio, vía Génova; si puedo, a
la ida, o a la vuelta, calculo hacer una breve
parada en Pegli.
Dios bendiga a V. S. y a toda su familia y
créame.
Turín, 9-12-1870
Su afmo. y s. s.
JUAN BOSCO, Pbro.
((**It14.835**))
F
Benemérita señora Marquesa:
Durante el pasado otoño, creí que podría volver
a pasar por su casa, para hablarle del feliz
recuerdo de su señor Padre, que había determinado
colaborar para el establecimiento de un asilo para
niños pobres en la ciudad de Génova.
Dios no lo quiso y me tuvo inmovilizado en
Varazze con una enfermedad de la que, por su gran
misericordia, me ha liberado.
Ya que no puedo exponerle ahora personalmente
la voluntad del llorado Señor, le envío la carta
en la que manifestaba que él concurriría con la
cantidad de mil liras al año, apenas construida la
casa. La casa se abrió en el pasado mes de
octubre. Espero que V. S., y me encomiendo de
corazón, secundará los caritativos pensamientos
expresados en esta carta. El portador de la misma
es el reverendo don Pablo Albera, director del
Hospicio de Marassi: está muy necesitado y, si
puede socorrerlo, hará una obra de caridad a él y
a los muchachos allí recogidos.
Como la carta mencionada. es la última que tuve
el gusto de recibir de tan notable persona, le
agradecería tuviese a bien devolvérmela.
Espero que su familia goce de buena salud, como
de todo corazón deseo para todos, y pidiendo a
Dios que la haga madre misericordiosa de los
pobres en la tierra, le ruego mucho más que la
haga un día perfectamente feliz en el cielo.
Me encomiendo a la caridad de sus santas
oraciones y me profeso con profunda gratitud de V.
S. B.
Turín, 21-3-72
Su seguro servidor
JUAN BOSCO, Pbro.
(**Es14.713**))
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